Almería

Sed en el desierto

  • Tabernas ha tenido que solicitar ayuda a particulares para llenar la piscina y así no dejar sin agua a sus vecinosTurrillas corta todas las noches el agua en la zona sur y no descarta tener que ampliar el horario hasta mediodíaEn Sorbas las lluvias han mejorado la situación, pero siguen llevando cubas a la zona norte para llenar depósitos

Aunque cada vez son menos, hay municipios que tienen que seguir haciendo uso de las cubas para llenar sus depósitos.

Aunque cada vez son menos, hay municipios que tienen que seguir haciendo uso de las cubas para llenar sus depósitos. / D. A.

Si Almería tiene desierto es porque no llueve. Así de simple. Tabernas y su área de influencia (de una extensión de casi 300 kilómetros) registran menos 250 mm de agua de lluvia al año. Aun así, todos y cada uno de los municipios localizados sobre la extensión y su contorno han sabido sobrevivir. Pero la provincia sufre cada vez más dificultades y carencias hídricas y la mayoría de los municipios tienen que excavar ( y a veces se ahonda y no hay) para hacerse con el líquido necesario para subsistir. Porque en ninguno de estos pueblos se derrocha. Es imposible, de ser así, no habría para beber y vivir.

En el centro del entramado desértico se encuentra la población que le da nombre al páramo. Tabernas tiene serias dificultades hídricas. El nivel freático no para de descender y necesita desesperadamente un aporte externo, por ejemplo, de agua desalada. Hay barrios en los que se tiene que llevar a cabo un control estricto del agua para equilibrar el consumo. El municipio cuenta con cuatro sondeos, uno está seco, hay dos sin apenas cantidad y el principal y de mayor tamaño está agonizando. En la actualidad tiene 9 metros agua y es más que posible que se agote (el año pasado a estas alturas tenía 13 y se quedó con recursos).

Para llenar la piscina, que requiere de 900.000 litros, el Ayuntamiento está negociando aportación externa, bien de un particular que solidariamente podría prestar parte del agua de su pozo o a base de cubas. Si llena la piscina a base de los recursos que tiene en los sondeos, básicamente se queda sin agua para sus vecinos.

En Tabernas hay una auténtica necesidad de agua. La población se duplica en los meses de verano, llegando hasta casi los 7.000 habitantes. Y eso sin tener en cuenta que los parques temáticos de la zona pueden llegar a reunir a 1.500 más en tan solo una jornada. El año pasado los agricultores prestaron sus aguas sobrantes al municipio para hacer frente a las necesidades.

En Turrillas, también rodeado de desierto, ya cortan el agua en la zona sur desde las diez de la noche hasta las ocho de la mañana, pero no descartan tener que hacer lo mismo que el año pasado y cortarla desde las 10 de la noche hasta las dos del mediodía. "Vamos a empezar a llenar la piscina una semana antes para no dejar al pueblo sin agua. No es posible hacerlo de golpe", sentencia su primer edil, Juan Antonio Segura.

Este año los dos pozos están algo mejor debido a las lluvias, pero no descartan tener que tirar de cubas tal y como hicieron el año pasado durante todo el verano.

Turrillas tiene pendiente un proyecto que podría solucionar sus carencias. Tras realizar todos y cada uno de los trámites para ejecutar un sondeo subvencionado por Diputación, les falta el visto bueno de Medio Ambiente de la Junta. Pero llevan un año esperando. "No dicen nada. Bueno, que están estudiando la aprobación por el tema de las aves, para que no les afecte", explica el alcalde. Su población se triplica en verano y puede llegar a los 400 habitantes.

En Sorbas, las lluvias han mejorado en algo la difícil situación que vivieron el año pasado, principalmente en la zona de Gafarillos, "donde actualmente no hay necesidad", explica José Fernández, su alcalde. Sin embargo, siguen existiendo problema de abastecimiento en la zona norte, donde sí tienen que hacer uso de cubas para llenar los depósitos.

En Tahal viven del sondeo que ejecutó, hace año y medio, con fondos de Diputación y las deficiencias no son tan agudas este año. El problema es que en las próximas semanas al aumentará la población y es posible que tengan que apoyarse en cubas para no tener que tomar medidas extraordinarias y asegurar los suministros de agua a la población.

El alcalde de Castro de Filabres, Francisco Martínez, no se moja: "Es imposible realizar una previsión, estamos limpiando las piscinas. La verdad es que no quiero ni oír hablar del tema teniendo en cuenta lo mal que están municipios cercanos al pueblo. Espero que no seamos noticia. Me da miedo hablar de esto".

En Gérgal, Diputación ha solucionado los problemas en todas las pedanías y en el propio Gérgal. Tan solo queda cubrir las necesidades en Las Alcubillas y la estación, pero bastará con limpiar el sondeo a inicios de julio.

En la actualidad, el PSOE intenta que se apruebe una Ley que no deje a la provincia fuera del servicio que en la actualidad presta el trasvase del Negratín, pues en caso de que las reservas de la cuenca del Guadalquivir estén por debajo del 30% se suspenderían aunque el embalse del Negratín tenga suficiente agua como para trasvasarla hasta Almería.

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