Educación

Más de 27.000 personas se suman ya a la petición de transporte escolar para niños con discapacidad en Almería

  • Las familias llevan a cabo una recogida de firmas a través de la plataforma change.org 

  • Reclaman el servicio de autobús especializado para 7 menores, algunos con trastorno del espectro autista y otros con parálisis cerebral

Autobús de transporte escolar.

Autobús de transporte escolar. / D.A.

Más de 27.000 personas se han sumado ya a la petición iniciada por los padres de varios menores del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) La Atalaya en Níjar, para pedir a la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Almería y a la Agencia Pública Andaluza de Educación, que vuelva a poner el servicio de autobús para 7 menores con necesidades especiales. 

Javi, Darío, Josué, Gabi, Alejandro son los nombres de 5 de los 7 menores que se han quedado sin transporte público y por tanto sin poder ser escolarizados en el CEIP La Atalaya de Níjar. "Son nuestros hijos e hijas que tienen trastorno del espectro autista algunos de ellos, y otros incluso parálisis cerebral", exponen a través de la plataforma change.org .

Tal y como argumentan, la Delegación de Educación en Almería de la Junta de Andalucía en connivencia con la Agencia Publica Andaluza de Educación "han eliminado sin razón ni aviso la ruta escolar de estos 7 menores tras 5 años con ella, con el mismo chófer y la misma monitora que llevan tratándolos todo este tiempo". 

"La solución que nos han dado es que vayan al comedor, aún sabiendo que tienen unas necesidades especiales que les impide poder alimentarse con autonomía"

"La solución que nos han dado es que estos menores se queden en el colegio hasta las 15:30 horas y que vayan al comedor, aún sabiendo que tienen unas necesidades especiales que les impide poder alimentarse con autonomía, y que vuelvan al colegio en transporte ordinario con otros 68 niños y un monitor para todos". Desde el colegio y la Delegación de Educación están obviando que las alteraciones audiovisuales (ruidos, movimientos más bruscos de lo esperado de otros compañeros, etc.) les provocan crisis nerviosas a nuestros hijos/as, que llegan incluso a autolesionarse", han argumentado. 

"La otra solución -más bien coacción- que nos han dado es que dejemos al resto de alumnos del comedor (180 alumnos) sin servicio de recogida, o bien que les cambiemos de colegio perdiendo así a sus compañeros/as, sus profesores/as, y sus rutinas, tan necesarias para ellos", señalan en el texto. 

A juicio de las familias "no entendemos porqué han querido quitar este autobús escolar a nuestros hijos". "En mi caso, por ejemplo, tendría que hacer más de 100 kilómetros al día para poder llevar y traer a mi hijo al colegio. ¿Quién puede permitirse algo así? No entendemos esta discriminación que están sufriendo nuestros hijos", concluyen. 

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