Los mayores y discapacitados reclaman un elevador en las escaleras de Cruz de Caravaca

Son treinta escalones para subir y otros treinta para bajar, un mundo si quien utiliza la escalinata de la Plaza Primero de Mayo, en Cruz de Caravaca, es una persona mayor con los habituales problemas de articulaciones o una persona discapacitada. Hartos ya de encontrarse día a día con esta dificultad, vecinos de este barrio han solicitado al Ayuntamiento de Almería la instalación de un elevador que sortee esta barrera arquitectónica.

La falta de accesibilidad se ha agravado al iniciar el Consistorio obras en las proximidades y recolocar los contenedores de la zona, 17 en total, todos juntos en la carretera de Granada: al otro lado de la escalera, que se hace ahora más necesaria que nunca para abordar los quehaceres diarios y no verse obligados a acumular los residuos urbanos en los hogares.

Las "dichosas escaleras", como las denomina Manuel Gutiérrez, uno de los afectados, ha empujado a un grupo de vecinos a organizar una plataforma reivindicativa, que ya lleva más de un centenar de firmas en apoyo de una solución que consideran sencilla y que se ha aplicado en multitud de ciudades, donde los ayuntamientos correspondientes han optado por ascensores o, como el de Barcelona, por la instalación de escaleras mecánicas. "No estamos pidiendo una autovía, sino una solución que creemos que es sencilla y que nos facilitaría mucho la vida", expone Gutiérrez.

La petición, junto a las 120 firmas de respaldo recabadas, ya ha llegado al Ayuntamiento de Almería en un escrito que este grupo de vecinos dirigió el pasado mes de junio al alcalde de la ciudad, donde le expresaban a Luis Rogelio Rodríguez-Comendador su "descontento". Aseguran que no han tenido por parte de los responsables municipales respuesta alguna y, pasados los meses, han decido hacer esta denuncia pública, sobre todo a raíz de la recolocación de los contenedores que les obliga al uso diario de la escalinata.

"Estamos desde el mes de mayo sin contenedores, todos, los 17, fueron trasladados a la carretera de Granada por las obras. Además de bajar y subir sesenta escalones, tenemos que cruzar la carretera y cualquier día de estos habrá un atropello, cuando es muy fácil redistribuir los contenedores", explica el representante vecinal, quien por último ensalza que este gesto que esperan del Ayuntamiento "no cuesta dinero".