Más de doscientos cazadores participan en una montería benéfica en favor de Argar

La mañana comenzó fría y con fuertes rachas de viento. La sierra completamente nevada. A pocos grados sobre cero de temperatura, unos 200 aficionados a la caza desafiaban al temporal y se reunían en el Cortijo La Loma de Bacares para comenzar una jornada de caza guiados por una buena causa. La solidaridad fue la que movió a los monteros a participar en la segunda montería benéfica que organiza la Federación Andaluza de Caza a favor de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer (Argar).

Mientras la directiva de la asociación rendía homenaje a los organizadores y a las personas que participaban sin ánimo de lucro en la cacería, como los rehaleros, agentes y guardas de Medio Ambiente, un suculento desayuno a base de migas con sus tropezones y huevos fritos se desliaba en los fogones. José Jorquera propietario del Restaurante Las Fuentes de Bacares, rasera en mano, cocinó para 200 monteros las famosas migas del pastor, las que su padre le enseñó cuando aún era un niño y que hoy sirve en su establecimiento. Sin duda, un suculento tentempié que ayudó a los cazadores a aguantar las bajas temperaturas y la dureza de la sierra.

Tras el sorteo, los cazadores empezaron a cargar cargar las escopetas y rifles en sus todoterrenos. Uno a uno empezaron a organizarse por armadas para salir a montear con la ilusión de pasar un gran día. El objetivo era cazar, pero muchos se conformaban con ver los animales en el campo y disfrutar de la calidad de las reses que habitan en la Sierra de Los Filabres.

"Suerte y que se de una buena jornada para todos". Fueron las últimas palabras que dedicó el presidente de la Federación Andaluza de Caza en Almería, Víctor Manuel López, antes de que los cazadores se echaran al campo.

Las expectativas eran altas a primera hora de la mañana. La belleza de la sierra, la calidad y cantidad de ciervas y jabalíes, así como la alegría de disfrutar de un hobby en un terreno tan especial, eran los atractivos de la jornada de caza mayor que se desarrolló durante el fin de semana y que deleitaron todos los que llegaron de diferentes rincones de la provincia e incluso de otras partes de Andalucía como Córdoba o Jaén.

Y la sierra no defraudó. Cuando a las 16:00 horas comenzaron a llegar los primeros monteros al Cortijo La Loma de Bacares, la felicidad de haber pasado un buen día se reflejaba en sus rostros. Algunos incluso, los que habían conseguido abatir una cierva y un jabalí, estaban pletóricos. La mañana había merecido la pena, a pesar del frío y de la ferocidad del viento que había azotado durante todo el día.

La era del Cortijo de La Loma era un hervidero de personas cuando se iniciaba la junta de carne. Remolques cargados de ciervas y jabalíes irrumpieron en el punto de encuentro a media tarde, donde aguardaban familiares e incluso miembros de la directiva de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer.

Era la hora de recuento y las cifras, cuanto menos, sorprendentes: en 65 puestos se lograron abatir 30 ciervas y 25 jabalíes. Se contabilizaron más de 300 tiros y participaron 18 rehalas.

Con los resultados en la mano y la felicidad de haber pasado un día de diversión, los monteros confirmaron que "merece la pena participar en actividades deportivas como esta, más aún por el fin benéfico que conlleva". Como indicaron a Diario de Almería desde la propia Federación Andaluza de Caza, "Este tipo de eventos confirman que la caza implica muerte…, pero también genera vida", .