La ciudad y los días
Carlos Colón
Nacimientos y ayatolás laicistas
Almería
Cuando hablamos del dolor de cuello (DC) no referimos habitualmente a toda una serie de síntomas que experimentamos en una zona delimitada entre, la parte posterior de la cabeza a la altura del occipital y un músculo llamado trapecio. El dolor en ocasiones puede irradiarse a otras zonas más o menos alejadas del cuello.
¿Qué me pasa si tengo una cervicalgia?
Tomando como referencia a la prestigiosa revista Spine, el dolor de cuello suele ser consecuencia directa de un problema más general llamado cervicalgia. Es una condición clínica que afecta a los tejidos blandos (músculos, ligamentos, fascia, tendones, etc.) y articulaciones de la columna cervical. Se caracteriza por dolor en la musculatura posterior y lateral del cuello, presencia de contracturas musculares, pérdida de movilidad parcial, dolores irradiados a miembros superiores (cervicobraquialgias), hormigueo, y en ocasiones sensación de vértigo y mareo.
Prevalencia
Como si de una nueva pandemia estuviéramos hablando, los problemas cervicales afectan aproximadamente al 70-80% de la población mundial. A nivel Internacional el 85% de los casos se debe a malas posturas, estrés y tensión muscular. Un porcentaje menor corresponde a latigazo cervical por aceleración/desaceleración causado en accidente de tráfico (el conductor es golpeado por detrás), actividad deportiva de alto impacto o caídas.
El 90% de las cervicalgias son debidas a procesos degeneraticos o mecánicos, se dividen en dos grandes grupos, (1) las originadas por afectación articular y/o tensión muscular/fascial (2) las que afectan a las raíces nerviosas o médula espinal. Solo el 10% se deben a enfermedades potencialmente graves como un tumor o infección. Aproximadamente entre el 14-20% pueden llegar a cronificarse. De nuevo la revista Spine considera la cervicalgia un importante problema de salud con altas repercusiones económicas y sociales.
¿Por qué puedo sufrir una cervicalgia?
De manera general podemos hablar de tres causas principales, en primer lugar tenemos las de tipo traumático, en segundo lugar las de tipo mio-conjuntivo debidas a sobrecargas y esfuerzos mantenidos y repetitivos. Si esta situación se mantiene en el tiempo se genera un aumento importante de “puntos gatillo” y compresión en los discos intervertebrales con posibilidad de protusión y hernia discal. Finalmente, en tercer lugar tenemos las de tipo nervioso por pinzamiento del nervio o estenosis (estrechamiento) del canal medular debidas a enfermedades degenerativas, artrosis o el mismo proceso de envejecimiento. Las de tipo nervioso puede ser consecuencia de traumatismos directos sobre la zona cervical y por tensión miofascial crónica.
Soluciones Instituto Salud y Calidad de Vida (INSACAVI)
Si por desgracia sufre dolor lumbar, a continuación le proponemos una serie de soluciones prácticas:
1. En la mayoría de las cervicalgias por no decir en todas siempre hay tensión muscular y fascial acumulada, en ocasiones esta tensión comprime los discos intervertebrales del cuello generando síntomas neurológicos muy molestos y dolorosos. En muchas ocasiones es necesario recurrir a un profesional fisioterapeuta que le quite la tensión acumulada.
2. La intensidad de la cervicalgia está en relación directa con el estrés. Tómese siempre que pueda pequeños descansos a lo largo de su jornada laboral y practique alguna técnica de meditación, recuerde que el exceso de pensamientos repetitivos y preocupantes activan sus hormonas del estrés, generando inflamación en su cuello y tensión en su mandíbula.
3. Aprenda a tomar conciencia si mientras escribe en su ordenador, su cuello está tenso o relajado. Nuestro Sistema Nervioso contrae grupos de músculos al mismo tiempo (la contracción no individual), por ese motivo debemos aprender a contraer solo los necesarios y mantener el resto relajados. Recuerde esta frase: “relajados estamos tensos”. Puede visualizar esta página si necesita ejemplos prácticos: www.insacavi.com
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