Almería

El duende flamenco vive en Turre

  • Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, este género es un arte que integra baile, cante y guitarra De la enorme afición, nace la Peña Flamenca Las Fraguas

Allá en lo alto de Turre, en la zona Casa Alta, aún existe el taconeo de 'La Muñeca' en el baile, las voces del cante de Luis de Lebrija, Antonio 'Palomares' y de Ramón Torres, y la guitarra de 'El Porras'. Era un recital, el tercero, sobre el tablao de la 'Peña Flamenca Las Fraguas' todavía fresquita de tan nueva, también con la solera de quienes, nada, hace cuatro meses, se les puso en el sentido recuperar el Flamenco en un pueblo muy aficionado de toda la vida al flamenco. Entre tientos, seguiriyas y bulerías se juntaron los que beben el sentimiento de la misma fuente del flamenco: Nicolás Zapata, Antonio Carmona, Diego Fernández, Juan Grima, y otros tantos que llevan el arte pegado al corazón.

Nicolás Zapata se vino de Pechina a Turre porque alguien de arriba señaló a su hijo Jesús como pastor de almas de unas cuanta parroquias del Levante almeriense, entre ellas, la de Turre. Se trajo la experiencia de haber sido fundador y presidente de la 'Peña El Yunque' pechinera, amén de ser miembro del Jurado de la Federación de Peñas Flamencas en los festivales flamencos turreros. Aquí, en Turre, conoció más a los que de antes ya conocía, a Antonio Carmona, tesorero de la Peña, a Diego Fernández, vocal, a Juan Grima, secretario, a tantos y tantos "que nos gusta el flamenco, que le tenemos afición. En las antiguas escuelas nos ha dejado el Ayuntamiento un local y allí hacemos reuniones de flamenco, ratos de cante, un par de veces a la semana".

Luego, el dueño de la discoteca 'Doble Sentido' puso un amplísimo salón a disposición de la Peña Flamenca Las Fraguas, un local con escenario y un fondo mural que ahora está realzando Elena Tinickaya, pintora que ha recorrido el mundo "y sin embargo en esta tierra es donde he encontrado el color natural. Para este mural me inspiro en el baile flamenco tradicional, me gusta mucho hacerlo porque tiene movimiento, hay figuras, trajes de colores con lunares, es una explosión de colores". Todos los miembros de la directiva de la Peña Flamenca Las Fraguas coinciden en que "en Turre hay gente que sabe, aficionados a los que les hace falta rodaje, escuchar mucho y estar metido en las Peñas; a ver si sale alguno para adelante con el nombre de Turre". A ver si sale alguno, que saldrá.

Nicolás, Antonio, Diego, echan en falta que se acerquen los aficionados, "tienen que meterse más los aficionados al flamenco, se darán cuenta de que esto es bueno, es importante para la gente joven".

Para eso han creado la Peña, para darle un lujo a Turre del más genuino cante andaluz, de profundo sentimiento, del pellizco del duende en alguna parte del alma, un "encanto misterioso e inefable" dejó dicho Federico García Lorca en su 'Teoría y juego del duende' en la que confirma esa inefabilidad del duende definiéndolo con la frase de Goethe: "Poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo explica". En el imaginario flamenco, el duende va más allá de la técnica y de la inspiración, en palabras de Lorca "para buscar al duende no hay mapa ni ejercicio".

Por eso, porque el duende sale al encuentro cuando uno menos se lo espera, la Peña Flamenca Las Fraguas quiere tener un recital flamenco cada mes allá en lo alto de Turre, en la zona Casa Alta, en el salón de abajo de 'Doble Sentido'. Y que se echen para delante los aficionados, los vecinos y residentes británicos del Levante almeriense ya lo han hecho y seguirán haciéndolo. No se perderán el recital del próximo sábado organizado por la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Almería en el circuito Flamenco 'De Peña en Peña' dedicado a Carmencita Saudet, bailora almeriense del 1868. Antonio García 'El Genial' al cante, Nuria Martínez al baile y Francisco Javier Expósito, a la guitarra. Quién sabe, a lo mejor se siente el pellizco o aparece el duende.

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