Una dura vida de trabajo sin ver la luz a 14 metros bajo el agua

Resulta difícil imaginarse como sería la vida al nivel de una quinta planta de un aparcamiento subterráneo en un espacio de 67'5 metros de largo -eslora- por 6'8 metros de ancho -manga-, y convivir en estas circunstancias con unas 60 personas. Pues así es la vida y el trabajo de la dotación del submarino de la Armada Española 'Galerna', primero de una serie de cuatro unidades de la clase 'Agosta', que este fin de semana hace escala en el puerto de Almería. El submarino es el mejor medio para hacer un reconocimiento de costa o infiltrar un comando, comenta el sargento 1º Jorge Puig, pero lo primordial, la misión principal es no ser detectados.

El tiempo máximo de navegación hasta ahora sin tocar puerto ha sido de 25 días, pero la próxima misión les llevará a estar 45 días navegando. La nave tiene una dotación cercana a 70 personas, entre oficiales, suboficiales, cabos y marinería, y está mandada por el Capitán de Corbeta Comandante Aurelio Fernández Dapena. Además, les acompaña un capitán médico y el auxilio espiritual de una imagen en madera de la Virgen del Carmen colocada en la cámara de mando junto a los puestos de los dos timoneles que dirigen el submarino siguiendo las órdenes de un suboficial.

La dotación se alterna en tres turnos para trabajar, dormir y descansar mientras se ve la televisión. El submarino navega normalmente sumergido a una profundidad de 14 metros bajo el agua, denominada cota periscópica, pudiendo llegar hasta una profundidad máxima de 300 metros.

"Esto es vocacional. No somos superhéroes, pero éste tampoco es un trabajo para cualquiera", declara el teniente de navío Gonzalo González. Por ello, formar parte de la dotación de un submarino es una acción voluntaria que debe contar con el aval de una gran preparación técnica, física y psicológica. Representa un gran reto en sus carreras profesionales o en el cumplimiento de un servicio a la Armada Española que, en definitiva, lo es a la sociedad y a sus ciudadanos.

El cabo 1º Alfredo Linares es un ejemplo de esa profesionalidad y abnegación, plenamente integrado en la labor que lleva a cabo en el submarino desde el pasado mes de mayo. Con extraordinaria amabilidad, como el resto de la dotación encargada de mostrar la nave a los ciudadanos almerienses, explica su funcionamiento y muestra las distintas zonas del submarino, comenzando por el puesto de control de propulsión, desde el que un oficial mecánico y otro eléctrico realizan todo el control.

A lo largo del estrecho pasillo se sitúan las diferentes zonas o cámaras, salas de marinería, suboficiales, cabos y oficiales; una pequeña cocina, en la que diariamente se prepara la comida de toda la dotación; dos baños, armería, cámara de torpedos, cámara de mando y las literas en las que duerme el personal.

En la zona o cámara de mando está el periscopio y los puestos de los timoneles que dirigen el submarino, junto a cuyos asientos destaca una pequeña imagen en madera de la Virgen del Carmen, patrona y protectora de la Armada Española. Ya en el exterior de la nave y en la zona de proa se encuentra la 'bola' con una cámara de vídeo para supervisar un posible rescate mediante el acoplamiento de otro submarino. Por último, la zona denominada 'Vela' es la situada en la parte más alta del submarino, desde la que el comandante y sus oficiales pueden divisar el exterior en torno a la nave.

La primera jornada de visitas contó con la presencia de varios cientos de almerienses que disfrutaron con las explicaciones y la amabilidad de todo el personal encargado de guiarles por el interior del submarino y ofrecer todas las explicaciones sobre su funcionamiento y la vida a bordo. Quienes ayer no lo hicieron, como le sucedió a Isabel Pérez-España, hija de la Armada, aún tienen la oportunidad de acercarse esta mañana hasta el muelle de Levante del puerto para la visita organizada desde las 10.00 hasta las 13.00 horas. Será una ocasión extraordinaria de ponerse en la piel de cuantos hombres y mujeres sirven a España a través de las misiones y que lleva a cabo el Galerna, un submarino que por primera vez ha hecho escala en Almería.

El Galerna S-71 fue construido por la factoría de la Empresa Nacional Bazán (Izar en la actualidad) en la vecina localidad murciana de Cartagena, siendo botado el 5 de diciembre de 1981 y entregado a la Armada el 22 de enero de 1983. Ha tomado parte en diversos ejercicios y operaciones, integrado en agrupaciones navales tanto nacionales como aliadas. Su última participación en un ejercicio internacional fue en junio de este año formando parte del ejercicio de rescate y salvamento de submarinos 'Bold Monarch' en aguas próximas a la Manga del Mar Menor, en Murcia. Hasta la fecha, a punto de entrar en su quinta Gran Carena, el submarino Galerna ha realizado más de 2.300 días de mar y 31.500 horas de inmersión aproximadamente.