Educación, cultura y convivencia entre rejas: el CEPer Retamar clausura el curso en El Acebuche

32 internos obtienen el título de Secundaria o Bachillerato en un acto repleto de actuaciones artísticas, poesía, discursos y una emotiva despedida a dos profesoras que se jubilan

Fin de curso del CEPer Retamar.
Fin de curso del CEPer Retamar. / D.A.

El salón de actos del Centro Penitenciario de El Acebuche acogió este miércoles y jueves la clausura del curso 2024-2025 del Centro de Educación Permanente (CEPer) Retamar, que desde hace años trabaja en el ámbito penitenciario almeriense con el objetivo de ofrecer segundas oportunidades educativas a personas adultas privadas de libertad. El acto se celebró en dos jornadas —el 19 y 20 de junio— para que pudiera asistir la totalidad del alumnado y del profesorado del centro, y contó con discursos institucionales, entrega de bandas, recitales, música y una notable carga simbólica y emocional.

32 titulaciones, 498 estudiantes y un lema: “Vivir es combatir”

Durante este curso, 670 personas han pasado por las aulas del CEPer Retamar. De ellas, 498 han conseguido finalizar el curso pese a las dificultades personales y del entorno, lo que supone una tasa de finalización del 70%. El resto fueron trasladadas, excarceladas o extraditadas a lo largo del año. Entre quienes han culminado sus estudios, 25 internos han obtenido el título de Graduado en Educación Secundaria (cinco de ellos mujeres) y 7 el título de Bachillerato.

“Cada clase, cada examen, cada tarea entregada ha sido un paso más en ese camino de transformación. Habéis sembrado futuro en condiciones difíciles”, expresó la directora del centro educativo, Rosario Martínez, en su intervención durante el acto de imposición de bandas. Subrayó también que “estudiar aquí, en un centro penitenciario, tiene un valor aún más profundo”, y agradeció tanto al profesorado como a los equipos técnicos del centro penitenciario y del IPEP de Almería (Instituto Provincial de Educación Permanente), con quienes colaboran de manera constante.

Rosario Martínez, directora del CEPer Retamar.
Rosario Martínez, directora del CEPer Retamar. / D.A.

A los internos titulados, Rosario les dejó un mensaje esperanzador: “Lo que sois capaces de hacer no lo determina vuestro pasado, sino lo que decidáis hacer con vuestro presente y vuestro futuro”. También los animo a continuar estudiando y trabajando el director de El Acebuche, Nahúm Álvarez.

El lenguaje del silencio y las batallas de la vida

El acto estuvo cargado de emoción. Se recitaron poesías, se compartieron reflexiones y también se rindieron homenajes. Una interna leyó un poema propio como agradecimiento al profesorado, y se dio lectura al microrrelato “El lenguaje del silencio”, obra de un alumno que obtuvo el segundo premio en el concurso nacional del centro educativo Yucatán (Soto del Real). En él, un personaje llamado Ángel encuentra, en el silencio de su celda, una forma de libertad interior y autoconocimiento.

Pero sin duda, uno de los momentos más emotivos del acto fue el discurso de Carmen, profesora del CEPer que se jubila este año junto a su compañera Olga. Titulado “Vivir es combatir”, su intervención fue una arenga humanista inspirada en las cartas del filósofo cordobés Séneca. “El filósofo defiende que la vida es una batalla constante, no contra nadie, sino para superar las adversidades con esfuerzo. Y eso es lo que habéis hecho vosotros”, dijo Carmen, quien se dirigió directamente al alumnado con una mezcla de cariño, reconocimiento y poesía.

La docente repasó las "batallas personales", del entorno penitenciario y del conocimiento que han superado los estudiantes, entre sintagmas, fórmulas, historia y verbos irregulares. Y cerró con versos de Mercedes Sosa: “El canto de ustedes que es el mismo canto, y la batalla de ustedes que es la misma batalla”.

Un festival artístico multicultural como símbolo de convivencia

La jornada del jueves estuvo dedicada principalmente a un festival de actuaciones artísticas protagonizadas por el alumnado del centro, con el objetivo de celebrar la diversidad cultural de la prisión y promover valores de respeto, tolerancia y convivencia. Se sucedieron actuaciones como:

  • Un grupo de alumnos árabes que interpretaron canciones de estilo internacional bajo el nombre Allo Oui.
  • Un conjunto de fusión árabe-latina, como símbolo de encuentro entre dos mundos musicales.
  • Bailes de salsa entre hombres y mujeres, junto a interpretaciones de rancheras.
  • Un tema de rap original titulado “Tan solo”, que puso en valor la capacidad de expresión desde la libertad y el respeto.
  • Una actuación de música y guitarra flamenca, donde afloraron emociones profundas.
Puesta de bandas a los alumnos de la prisión.
Puesta de bandas a los alumnos de la prisión. / D.A.

Estas expresiones artísticas no fueron solo un entretenimiento: se concibieron como una herramienta pedagógica y de integración que da visibilidad a las culturas que conviven en el centro penitenciario y que, en palabras de la organización, “sirven de reconocimiento y permiten poner en práctica actitudes de tolerancia y respeto mutuo”.

Más allá del aula: talleres, charlas, cine y salidas al exterior

A lo largo del curso, el CEPer Retamar ha desarrollado una intensa agenda de actividades complementarias y de extensión cultural, muchas de ellas en colaboración con entidades externas. Entre ellas destacan:

  • Sesiones de meditación con la Asociación Brahma Kumaris y talleres de desarrollo personal para mujeres internas a cargo de la Asociación Engloba.
  • Conferencias sobre aves autóctonas, charlas sobre violencia sexual, nutrición, osteoporosis o orientación educativa.
  • Un videofórum con cineastas invitados en colaboración con el FICAL y proyecciones del festival Visualízame.
  • Recitales de poesía, presentaciones literarias, exposiciones en la Delegación de Educación y en el propio centro, y actividades vinculadas a fechas conmemorativas como el 25N, el Día de Andalucía, la Navidad o el Día del Libro.

Además, los alumnos han podido participar en salidas programadas al exterior, tanto desde el centro penitenciario como desde el Centro de Inserción Social (CIS), con itinerarios por el patrimonio histórico de Almería, senderismo, visitas institucionales, museos y actividades en la naturaleza.

En el marco del programa Erasmus+, el CEPer Retamar también ha acogido visitas de profesorado de Turquía e Italia, reforzando su compromiso con la movilidad internacional y la mejora de la calidad educativa en contextos de encierro.

Fin de curso del CEPer Retamar.
Fin de curso del CEPer Retamar. / D.A.

Un final de curso con compromiso social y esperanza

El acto concluyó con la imposición de bandas a los titulados como símbolo del esfuerzo personal y del compromiso con una vida futura fuera de los muros. La directora, Rosario Martínez, insistió en la necesidad de seguir construyendo oportunidades educativas dentro del sistema penitenciario, y agradeció el respaldo de todos los actores implicados: “Gracias por recordarnos que la educación es una herramienta poderosa que nos permite abrir puertas, ampliar horizontes y construir un futuro mejor”.

Desde los microrrelatos hasta el rap, desde Séneca hasta Mercedes Sosa, el cierre del curso en el CEPer Retamar ha sido, ante todo, un canto colectivo a la posibilidad del cambio, al valor de la educación como herramienta de reinserción y al poder transformador de la cultura y el conocimiento. Porque como bien dijo la profesora Carmen, y como demostraron los alumnos con sus logros: “Vivir es combatir. Y también es aprender a levantarse”.

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