Almería
  • Se encuentra a un 87% de ejecución y se inician los trámites para la conexión con La Ribina. Red Eléctrica de España invertirá 286 millones en Granada y Almería

El eje eléctrico Caparacena-Baza, en verano de 2022

Una de las torres de alta tensión de la subestación de Caparacena Una de las torres de alta tensión de la subestación de Caparacena

Una de las torres de alta tensión de la subestación de Caparacena

Escrito por

Juan José Medina

El primer tramo del eje eléctrico de alta tensión entre Caparacena y Baza entrará en funcionamiento en el verano de 2022, según informó ayer Red Eléctrica de España (REE). Esta es una porción de un pastel mucho más grande que abarca una inversión total de 286,34 millones de euros en la zona oriental de Andalucía, en concreto en las provincias de Granada y Almería, que abarcan desde nuevas líneas de alta tensión como la repotenciación de las ya existentes, en especial la que atraviesa la Alpujarra tras el rechazo a su paso por el valle de Lecrín, pero sobre todo la construcción de nuevas subestaciones eléctricas, muchas de ellas fundamentales para que el Corredor Mediterráneo ferroviario pueda circular entre ambas provincias. Esta inversión se enmarca dentro de la Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica para el periodo 2021-26, y que es vinculante.

Estos 286.342.640 euros, cifra exacta de la inversión, serán destinados a nuevas líneas de 400 y 200 kilovoltios (alto y medio voltaje), nuevas subestaciones y ampliación de las que ya hay, repotenciaciones que eviten pérdidas de energía, renovación de activos y equipos basados en electrónica de potencia. Este pastel millonario para el próximo lustro tiene como estrella la cacareada línea de alta tensión Caparacena-Baza-La Ribina, que en su primer tramo, completo por la provincia de Granada, entre el Área Metropolitana y la comarca bastetana, estará en funcionamiento, incluido el final de las obras y las pruebas, en el tercer trimestre del año que viene tras invertirse 88 millones de euros. Es decir, en verano de 2022. Según explicó en un encuentro virtual el delegado en Andalucía de REE, Jorge Juan Jiménez Luna, las obras del eje se encuentran avanzadas en un 87% de ejecución en su globalidad, mientras que la instalación clave, la subestación eléctrica de Baza, se encuentra a un 30% en el desarrollo de sus obras.

Una inversión que contribuirá según Red Eléctrica el solucionar el déficit estructural de infraestructuras eléctricas en la zona con menor mallado de la península, aportar seguridad y calidad en el suministro de energía, contribuir al desarrollo económico y social del norte de Granada, y dar salida al caudal energético de renovables de la zona. Además de esta inversión, REE puso el foco en que, de forma indirecta, los municipios por los que pasará el eje ya tienen 19 proyectos (12 ya firmados) por un total próximo al millón de euros (910.842,4), todos ellos relacionados con la “mejora de la eficiencia energética, aprovechamiento de recursos renovables, iluminación eficiente el calles y edificios públicos, bombeos de riego, y conectividad de fibra óptica, uno de los beneficios para la población más importantes pero a la vez menos conocidos de las ventajas que supone tener una buena conectividad eléctrica.

El otro lado del eje, el que unirá Baza con La Ribina, ya en la provincia de Almería, se encuentra en una fase aún primigenia. En abril se empezó la tramitación para la subestación almeriense y su conexión con Murcia, y el pasado mes de noviembre se ha empezado la tramitación del eje eléctrico hasta la ciudad bastetana. Así que en estos puntos la obra está sin comenzar y el proyecto aún debe pasar por la Declaración de Impacto Ambiental, por lo que desde Red Eléctrica estiman que “mínimo dos años” no podría comenzar una construcción para que se invertirán 73,5 millones de euros.

La construcción y ampliación de subestaciones eléctricas son “puertas” al desarrollo de proyectos de energías renovables, explicó Jiménez Luna. En este sentido, Caparacena ya tiene conectados 53 megavatios de potencia para este tipo de energía más ‘limpia’ y su ampliación podrá asumir proyectos ya concedidos de hasta 910 MW. Y para la futura subestación de Baza ya hay 598 también adjudicados. Los objetivos de la planificación nacional eléctrica del próximo lustro se centra, en concreto para los ejes entre Granada y Almería, los más deficitarios por los años de abandono de las zonas norte y sur, son la maximización de la producción en energías renovables (está previsto que Granada produzca el 2% nacional), la compatibilización de la re con las restricciones de tipo medioambiental, y la maximización del uso de la red eléctrica existente.

Red Eléctrica de España es el operador del sistema nacional encargado de gestionar toda la red de transporte de energía de alta tensión, que además se ocupa de asegurar el funcionamiento correcto del suministro eléctrico, su continuidad y se seguridad.

Una subestación en Iznalloz para abastecer al Corredor Mediterráneo

Dentro de los 286 millones de euros que invertirá Red Eléctrica de España en la zona oriental de Andalucía, 16,4 de ellos tienen una implicación directa con la construcción del Corredor Mediterráneo. En este caso no hace falta mirar a Adif, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, para encontrar partidas de dinero encaminadas a esta infraestuctura viaria, vital para el desarrollo socioeconómico e industrial de las dos provincias.

En concreto, se construirá una nueva subestación eléctrica en Iznalloz de 400 kilovoltios, que además contará con una entrada-salida que conecte esta con el eje Caparacena-Baza, pensada de forma especial para la electrificación de la línea de tren de Alta Velocidad entre Granada y Almería. Además, como apoyo, se ampliará la capacidad de la subestación existente en Huéneja, ahora capacitada para una potencia de 220 kV. Además de estas instalaciones específicas, la Alta Velocidad y el Corredor Mediterráneo cuentan para su desarrollo con la línea de alta tensión norte de Granada como infraestructura básica para alimentar a los trenes de pasajeros y de mercancías.

La inclusión de estas dos obras específicas para el sector ferroviario son las primeras que aparecen en cualquier planificación a nivel nacional sobre electrificación de la línea ferroviaria entre Granada y Almería, un requisito básico para formar parte del Corredor Mediterráneo. Es decir, REE se adelanta a Adif en este plan que, sin embargo, habla de planes a la larga puesto que el periodo de vigencia es hasta 2026, y es precisamente en ese año cuando la Comisión Europea estudiará los avances de las redes de transporte TEN-T, y reformular o no los trazados del Corredor. Por eso es imperativo el abordaje de la línea Granada-Almería, que en los próximos meses está previsto que opere con trenes híbridos por la apertura del cambiador de ancho de La Chana.

Según Red Eléctrica, “este esfuerzo inversor contribuirá a mejorar notablemente el sistema eléctrico de Andalucía oriental, eliminando la brecha actual con otros territorios, a la vez que traccionará importantes desarrollos para las provincias de Granada y Almería, dinamizando la economía del territorio. Entre otros proyectos, servirá de apoyo a la construcción y puesta en servicio de los ejes ferroviarios del Corredor Mediterráneo (Granada-Almería) y de Alta Velocidad (Murcia-Almería), cooperando de esta forma a impulsar el sector de la logística y las comunicaciones, a la vez que se desarrolla un nuevo modelo de turismo de ocio y naturaleza en contextos rurales”.

En este último aspecto, una infraestructura crucial es la subestación de La Ribina, que también daría servicio a la LAV entre Almería y Murcia, y cuya tramitación empezó en abril, por lo que hasta 2025 no estaría acabada. Son las fechas aproximadas para que la Alta Velocidad llegue a la provincia vecina, un hecho del que depende el desarrollo del Corredor por Granada puesto que las obras de mejora de la línea con Almería no empezarían hasta que llegara este hito, según estimó en su momento el Gobierno.

Proyecto final de la línea eléctrica de alta tensión entre Granada y Almería Proyecto final de la línea eléctrica de alta tensión entre Granada y Almería

Proyecto final de la línea eléctrica de alta tensión entre Granada y Almería

Así se desechó la línea de alta tensión en el valle de Lecrín

Otra de las inversiones más importantes está relacionada con el cambio en el proyecto del eje eléctrico sur, polémico en su día por la protesta de los vecinos del valle de Lecrín, que ha pasado de ser una línea completamente nueva entre Benahadux, Saleres y El Fargue, pasando por Órgiva, a solo una línea entre Saleres e Íllora. Tan solo queda ‘vivo’ de aquel proyecto tumbado por las alegaciones vecinales la subestación de Saleres, aunque se encuentra más cerca del núcleo de población de Cónchar.

Aun así, según explicaron ayer desde REE, más que una ‘victoria’ del movimiento vecinal, desechar la idea inicial fue ‘mérito’ de la inclusión dentro de la planificación estatal de transporte eléctrico del eje Caparacena-Baza-La Ribina. Esto hizo que el proyecto por el valle de Lecrín “perdiera sentido”, según explica el delegado en Andalucía de REE, Jorge Juan Jiménez Luna. “Teníamos que resolver el problema del sur de Granada y en la planificación de octubre de 2015 se incluyó el proyecto que daba solución a ese déficit”, añade el representante de la compañía a preguntas de este periódico.

El directivo explicó que en 2018 hubo una modificación en la planificación de la red en la que se incluyó la Caparacena-Baza-La Ribina que venía a cumplir, en cierta medida, el cierre del circuito por el norte en vez de por la Alpujarra y El Valle. Con las polémicas vivas aún en 2019, REE estableció conversaciones con las administraciones competentes, tanto la Junta como el Gobierno, para encontrar una solución a un problema, el de la distribución y transporte eléctrico por el sur de la provincia, que aún persiste. Fue cuando se repensó el mismo y se concluyó que, construyendo la subestación de Saleres y uniéndola a la red ya existente “bastaría para darle capacidad a la zona”, convirtiendo lo que era una solución a gran escala para un problema específico “en una solución particular” para la subestación de Órgiva. Así que, “efectivamente”, si no llega a aprobarse la línea Caparacena-Baza-La Ribina, el proyecto de alta tensión en el valle de Lecrín y la Alpujarra hubiera seguido adelante para Red Eléctrica de España.

La opción que ha tomado la compañía multinacional para fortalecer esta línea es repotenciar la ya existente, ampliar la subestación de Benahadux, construir una línea de 200 kV entre Saleres e Íllora, otras líneas de salida desde este punto a Las Gabias y Órgiva, y sobre todo, la subestación eléctrica de Saleres. Para REE es clave “resolver el problema de Órgiva”, cuya subestación está sin capacidad y es “crítico descongestionarla”, según el delegado en Andalucía de la compañía. La inversión en este sentido alcanza los 38,5 millones sin contar con la repotenciación, que no es dotar de más potencia a la línea ya existente, sino evitar la pérdida de energía durante el transporte.

Esto se realiza de forma muy espectacular tensando los cables elevando las torres (o postes eléctricos) para que el cableado no cimbree y pierda tensión y altura con respecto al suelo, cobrando la suficiente altura en todo su recorrido y que estén garantizadas en todo momento las distancias de seguridad reglamentarias. Esta actuación no solo afectará al eje sur si no que actuará en todas las líneas de alta y media tensión entre Granada y Almería: el eje Huéneja-Tabernas, el Granada-Jaén, o el Granada-Málaga. Se actuará en todo el trazado por 56 millones de euros.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios