"Somos un elemento de apoyo para la agricultura"
Fernando Diánez Martínez. director de la otri
Una de las líneas marcadas es la presencia de los investigadores de la UAL en los foros internacionales donde se definen temáticas futuras
-¿Qué aspectos destacaría de la investigación que se desarrolla en la UAL?
-La Universidad de Almería, como universidad generalista que es, cuenta con una amplia oferta tanto en aspectos de formación como de investigación, que abordan muchos de los ámbitos del conocimiento, aunque existe una componente en áreas agroalimentarias y medioambientales de un gran peso específico. Esto hace que, considerando que buena parte de nuestro entorno empresarial más próximo, lo constituye el potente sector agroalimentario basado en el sistema intensivo de producción de hortalizas bajo invernadero, podamos ser un importante elemento de apoyo para el mismo. Muchos de los problemas de nuestro sector productivo requieren de búsqueda de soluciones, y estas soluciones vienen en no pocas ocasiones, de la mano de la investigación, el desarrollo y la innovación. La Universidad de Almería, cuenta con importantes activos a la disposición de nuestro sector agroalimentario y éstos están compuestos por un elevado número de investigadores especializados en aspectos agroalimentarios y medioambientales.
-¿Cuántos investigadores hay?
-Actualmente, 275 investigadores forman parte del nuevo Centro de Investigación de Agrosistemas Intensivos Mediterráneos y Biotecnología Agroalimentaria de la Universidad de Almería (CiamBital). Nuestra universidad también cuenta con magníficas infraestructuras como la Finca Experimental Fundación UAL-Anecoop o los Servicios Centrales de Investigación y la vinculación con los Campus de Excelencia Internacional agroalimentarios y medioambientales: ceiA3, Ceimar y CEICamBio.
-¿Por qué es importante la transferencia tecnológica?
-En la actualidad vivimos inmersos en un mundo enormemente cambiante. Nos basta simplemente con mirar unos pocos años atrás, para darnos cuenta de cómo todos hemos cambiado enormemente la forma de hacer la mayoría de nuestros pequeños actos cotidianos. Es evidente, que existe un elemento fundamental dinamizador de este cambio continuo y de este proceso de nuevas formas de hacer lo cotidiano; este elemento no es otro que la innovación tecnológica. La innovación tecnológica es la consecuencia final de la actividad de investigación, que se desarrolla tanto en las empresas como en las instituciones públicas. En el caso de las empresas, la vía de traducir la innovación en nuevos productos, procesos o servicios es mucho más directa. Pero en el caso de las instituciones públicas, en las que en ocasiones la vinculación entre la inversión en investigación y la rentabilización de la misma, no están siempre alineadas, es necesario realizar un mayor esfuerzo orientado a la trasferencia de la innovación y la tecnología hacia las empresas y la sociedad en general.
-La inversión en investigación es necesaria, pero ha habido recortes, ¿cómo defendería la necesidad de invertir en investigación?
-La necesidad de invertir en investigación como concepto es algo que tiene una fácil defensa, ya sea enfocada a un país, una región o una empresa. Son muchos los indicadores que podríamos analizar para evaluar lo que gastamos en investigación, desde el porcentaje que ésta representa sobre el PIB de un Estado, el ratio de investigadores, la producción científica medida en publicaciones, o medida en términos de protección intelectual / industrial de resultados de investigación. Sea cual sea el indicador que usemos, la conclusión a la que nos lleva el análisis, es siempre la misma, que tanto los países, como las empresas, que lideran la innovación tecnológica en el mundo, son los que están a la cabeza en el ranking de estos indicadores. Hace unos años la UE afirmó que por cada euro invertido en investigación se generaba, a largo plazo, entre 4 y 7 euros. La rentabilidad de la inversión en investigación debemos medirla en términos tanto económicos, sociales, como medioambientales. Debemos invertir en investigación, para poder estar a la cabeza de la innovación tecnológica, salvo que nos conformemos con ser el vagón de cola.
-En este curso, a cuántas empresas e investigadores han ayudado o están ayudando en la elaboración de proyectos.
-La colaboración en este aspecto es bastante relevante, por dar una cifra limitada sólo a la última convocatoria cerrada recientemente de Retos-Colaboración, se han presentado 11 proyectos, en el que se implican 20 empresas y 38 investigadores, superando el importe solicitado los 2,15 millones de euros.
-¿Tras el cambio de dirección han impulsado alguna nueva medida?
-La misión principal de la OTRI consiste en "potenciar la colaboración entre el mundo científico y el mundo empresarial" y esta ha sido la consigna que ha marcado el funcionamiento desde sus orígenes en 1994. Estamos potenciando varias líneas, como: apoyar la presencia de los investigadores de la universidad en los foros internacionales donde se definen las temáticas futuras de investigación, o potenciar la conexión con las empresas mediante la realización de jornadas de transferencia entre empresas y grupos de investigación, o mostrar la actividad investigadora a la sociedad, llevándola a la calle con eventos como La Noche Europea de los Investigadores que fue visitada por más de 10.000 personas el pasado mes de septiembre.
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