Una empleada del hogar roba 39.000 euros en joyas en cuatro viviendas

Todas las víctimas eran de avanzada edad

Llevó el material robado a casas empeños, por lo que no se pudo recuperar todo

Europa Press

13 de junio 2018 - 02:38

La Policía Nacional de Almería ha detenido a I.C.B., de 44 años, acusada de apropiarse de unos 39.000 euros en piezas de joyería que habría sustraído a cuatro personas de avanzada edad o con alguna discapacidad para los que ha trabajado como empleada del hogar en los últimos 19 meses, tiempo en el que además habría llevado las joyas a casas de empeños, lo que ha impedido la completa recuperación de todas ellas.

Según ha indicado la Policía en una nota, la mujer, acusada de varios delitos de hurto, reconoció en Comisaría que además haber utilizado el mismo 'modus operandi' en un total de cuatro viviendas en las que trabajaba con personas de avanzada edad y con padecimientos que les dificultan recordar o reconocer joyas y efectos como propios.

La Policía Nacional detuvo a la mujer, ahora acusada de delitos de hurto

Las investigaciones se iniciaron a finales del mes de abril, cuando una de sus víctimas presentó una denuncia en la Comisaría en la que manifestó que echaba en falta una serie de joyas y que a la vivienda sólo han accedido, su marido, su hija y la empleada de hogar que tienen contratada con una empresa de ámbito nacional por la discapacidad que padecen todos ellos.

En su declaración, los propietarios manifestaron que ignoraban la fecha exacta de los robos de las joyas, pero sí precisaron la fecha de utilización última de las mismas, siendo el verano del 2016. Durante el transcurso de la investigación, los agentes comprobaron que la puerta de la vivienda no había sido forzada y realizaron una exhaustiva búsqueda por los establecimientos de compraventa de oro, con lo que lograron averiguar la identidad de la persona que había realizado un total de 20 empeños.

Así, se identificó a una mujer que trabajaba como empleada de hogar, si bien todas las sospechas recaían sobre ella hasta ese momento de la investigación, no había pruebas concluyentes de su autoría, aunque finalmente ella misma terminó por reconocer los hechos.

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