sin enfermeras no hay salud y sin salud no hay futuro

“En la enfermería aprendí a escuchar, empatizar y mirar a los ojos al paciente”

Felipe Cañadas, subdirector-gerente del hospital universitario de Torrecárdenas

Felipe Cañadas, subdirector-gerente del hospital universitario de Torrecárdenas

Felipe Cañadas Núñez comenzó su trayectoria como enfermero enlazando pequeños contratos en el antiguo hospital de Cruz Roja en los años noventa antes de dar el salto a Torrecárdenas a principios de siglo. Se había formado en la antigua escuela de la Bola Azul en una de las últimas promociones que pasó por la calle Gerona. Al hospital de referencia provincial se incorporó a través de anestesia y reanimación cubriendo aquella inquietante guardia del cambio de siglo en la que se había vaticinado un colapso informático por el efecto 2000 que nunca llegó. A continuación pasaría por la UCI antes de dar el salto a la Unidad de Formación tras casi dos décadas a pie de cama junto a sus pacientes. Desde 2008 trabajó en el área que implementaba las acreditaciones de calidad en un periodo en el que Torrecárdenas encabezaba el ranking de los hospitales andaluces.

A pesar de su marcado carácter asistencial, cinco años más tarde Felipe alcanzó la subdirección de Enfermería siendo responsable y portavoz de los más de 2.000 profesionales de ese gremio y otros vinculados como matronas, fisioterapeutas, auxiliares, logopedas y terapeutas profesionales. Y su último ascenso lo convirtió en 2019 en el primer enfermero al frente de la subdirección de un hospital andaluz como mano derecha del cardiólogo y gerente Manuel Vida. “En el desempeño directivo te das cuenta de por qué se hacen o no se hacen determinadas actuaciones, no piensas ya en clave de servicio o unidad, sino en el hospital en su conjunto, los 4.700 trabajadores son como mis hijos y no puedo fallarle a ninguno”, señala Cañadas.

"Enfermería tiene que dar un paso adelante, superar los antiguos complejos y romper techos de cristal”

Lo primero que hizo tras el nombramiento fue ponerse a disposición de los responsables de todas las áreas y abrir las puertas de la gerencia. En aquel momento el hospital no atravesaba su mejor momento económico y quisieron ser muy transparentes en la toma de decisiones con una plantilla de profesionales que se enfrentaría poco después a la peor de la crisis sanitarias de la historia reciente con la pandemia del coronavirus. La asfixia económica quedó atrás durante su gestión gracias a una importante inyección financiera, por la que pasaron de 114 millones para el capítulo 1 en 2019 a los 171 actuales, logrando un crecimiento exponencial tanto de los recursos humanos como de los materiales e infraestructuras. “Yo tengo claro que mañana vuelvo a la asistencia y lo haré con la cabeza bien alta de haber hecho todo lo que he podido por mejorar este hospital”, añade.

Con un “férreo control” en base siempre a la eficiencia, el equipo directivo también ha logrado que Torrecárdenas sea uno de los hospitales que lidera la puntuación en el cumplimiento de objetivos. Los grandes desafíos que tiene sobre la mesa pasan por bajar las listas de espera y seguir avanzando hacia la humanización del centro porque “tener un PET-TAC está muy bien, pero no vale de nada si no miramos a la cara al paciente y nos implicamos con sus problemas”. El subdirector del hospital universitario, que fue nombrado en 2018 enfermero del año por el Colegio Oficial de Almería, se ha marcado un objetivo prioritario: cuidar al profesional. Y ese compromiso se lo han devuelto con creces.

Felipe reconoce que desde que llegó a la gestión ha sentido el respaldo y el cariño de sus compañeros y de la representación sindical. Y si hay un colectivo por el que se ha desvivido en este tiempo es, sin duda, el de la enfermería, impulsando el papel y funciones de esta categoría profesional en el sistema sanitario público. También era el que más necesitaba ese empujón que se traduce en cada día más puestos de responsabilidad. Otras enfermeras andaluzas han seguido sus pasos y están en las direcciones de hospitales comarcales de la comunidad, sin olvidar tampoco a la propia consejera de Salud, Catalina García, que también pertenece a este gremio. “Enfermería tiene que dar un paso adelante y romper techos de cristal porque somos igual de capaces en todos los ámbitos de la gestión y actuación sanitaria”, asegura.

"Tenemos enfermeras gestoras de casos que son el espejo en el que se miran otras comunidades”

“Me encanta ver cómo cada vez más enfermeras copan los puestos de gestión, presentan proyectos de investigación o están presentes en las comisiones o grupos de trabajo sanitarios. El papel de la enfermera ha crecido exponencialmente en los últimos años. Tenemos más responsabilidades, investigamos y demostramos que somos buenos gestores. ¿Qué nos falta? Lo primero es creernos que somos buenos ahora que por fin se están perdiendo antiguos complejos”. El subdirector de Torrecárdenas se siente orgulloso de formar parte de un colectivo en expansión en todos los niveles asistenciales y a la vanguardia en algunos campos. “Entre nuestros compañeros hay referentes en cuidados que deben ser nuestro faro. Contamos con enfermeras gestoras de casos que son el espejo en el que se miran otras comunidades. Tenemos que seguir siendo líderes en cuidados, pioneros en prácticas avanzadas en heridas y ostomías y publicar lo que hacemos para avanzar en la investigación”, argumenta.

Felipe Cañadas mantiene una estrecha relación con los profesionales del hospital Felipe Cañadas mantiene una estrecha relación con los profesionales del hospital

Felipe Cañadas mantiene una estrecha relación con los profesionales del hospital

Pero lo que más valora Cañadas es la cercanía con el paciente que forma parte del ADN de la enfermería y “la actitud como pieza clave” que define a una profesión marcada por su visión holística de la atención sanitaria. “Todos seremos pacientes en algún momento y tenemos que dispensar el trato que nos gustaría recibir”. Una palmada de apoyo, una sonrisa de complicidad, un acompañamiento sanitario, pero también emocional con el que humanizar la asistencia, incluida la que implica una tecnología cada vez más presente. “En enfermería he aprendido a escuchar, empatizar y mirar a los ojos”. Profesionales que brindan a los pacientes y familiares atención y cuidados las 24 horas del día, los “apagafuegos” del hospital porque “cualquier problema que surja lo solucionamos”.

Ya lo demostraron en la pandemia en la que jugaron un papel fundamental con los test de antígenos, eran los que entraban en la habitación y los que impulsaron una campaña de vacunación que rescató al mundo de una de sus peores crisis sociosanitarias de la historia reciente, sin olvidar a las enfermeras referentes en los centros educativos. Esa capacidad de resolución del gremio la aplica Felipe a su labor gerencial. No hay jornada en la que no atienda a pacientes y familiares en visitas y redes sociales. “A veces nos falta comunicación en los momentos delicados y tenemos que ser todavía más cercanos y diligentes”. No es tarea fácil para un hospital con una media de 50 ingresos y 70 altas diarias, pero no cejará nunca en su empeño. Es uno de los 40.000 enfermeros andaluces que engrandece cada día su categoría profesional haciendo pequeño al que no los considere para puestos de responsabilidad.

María del Mar García: “Los enfermeros fuimos los que más nos expusimos y aportamos en la pandemia”

“Para nosotros es un orgullo que un enfermero esté al frente de la subdirección-gerencia del hospital de referencia de Almería y que con su trabajo y el de otros compañeros se esté demostrando nuestra valía y que podemos hacerlo bien en todos los puestos de gestión y dirección que nos asignen”. María del Mar García, presidenta del Consejo Andaluz de Enfermería y del Colegio Oficial de Almería, bien sabe lo que ha costado llegar hasta aquí, pero reconoce que hoy se sienten mejor valorados. Desde los practicantes, ATS y DUE hasta llegar a ser un grado universitario con 240 créditos como cualquier otro. La enfermería tiene hoy un catálogo de especialidades y prescripción para dispensar productos sanitarios y se extiende por cuatro ámbitos de actuación (asistencial, gestor, docente e investigador. Los puestos directivos en el seno de la administración sanitaria también son cada vez más y hasta la propia consejera de Salud es enfermera de profesión.

“Cada paso que hemos dado nos ha costado muchísimo, pero hemos logrado avanzar y tenemos que seguir haciéndolo porque todavía queda mucho camino por recorrer”, añade la almeriense al frente del CAE. García Martín cita algunos de los desafíos en el corto y medio plazo como conseguir categoría A1 en el baremo laboral estatal, una injusticia que el Ministerio de Sanidad se ha comprometido a abordar, pero de momento no llega la respuesta. A pesar de ser un grado universitario, con el A2 sufren en ocasiones limitaciones y vetos que les impiden acceder a algunos de los puestos de gestión y dirección sanitaria. También preocupan y mucho las ratios de enfermería que sitúan a la región como farolillo rojo y que merma la calidad asistencial del gremio que siempre ha tenido la mejor valoración de los pacientes.

María del Mar García, presidenta del CAE y Colegio de Enfermería de Almería María del Mar García, presidenta del CAE y Colegio de Enfermería de Almería

María del Mar García, presidenta del CAE y Colegio de Enfermería de Almería

Desde el órgano supracolegial mantienen la reivindicación del un avance definitivo de la figura de las enfermeras referentes enlos centros educativos y también consideran necesaria la creación de nuevos puestos de trabajo en respuesta a los especialistas que se han venido formando en los últimos años en ámbitos como la pediatría y enfermería comunitaria porque de momento sólo se están consignado plazas para las matronas y salud mental. “Estamos formando especialistas en los hospitales andaluces para que se vayan a otras comunidades”, lamenta García Martín. Entre los retos de la profesión está el desarrollo competencial de la enfermería, el fomento de la investigación e innovación, los cuidados en la atención especializada y extrahospitalaria, la mejora de la atención primaria y la humanización asistencial. En este sentido, la presidenta del CAE y Colegio de Almería tiene claro que “en enfermería se unen dos cosas por encima de todo: la profesionalidad y humanidad”.

"En enfermería se unen dos cosas por encima de todo: humanidad y profesionalidad”

Y no olvida los enormes sacrificios que se tuvieron que hacer durante la crisis del coronavirus. “Los enfermeros somos los que más nos expusimos y aportamos en la pandemia, éramos los que hacían los test PCR para saber si había contagio, los que vacunábamos a los pacientes y los que entrábamos en la habitación para los cuidados médicos cuando había más riesgo e incertidumbre”, argumenta María del Mar García, que a lo largo de su larga trayectoria profesional ha sido supervisora de la unidad de salud mental de Torrecárdenas y la comunidad terapéutica de Almería, además de ocupar diferentes cargos en el Consejo General y Andaluz de la Enfermería. “Nos gusta lo asistencial, pero desde la gestión puedes conseguir avances para toda la profesión”, argumenta sobre la importancia de dar el salto a puestos directivos.

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