Almería

Un entramado de población que cambia en las últimas décadas

En el último estudio que la administración regional aplicó en el barrio de El Puche (Inmigrados al límite), un 41% de los habitantes decía tener un contrato escrito, el 45,4% verbal y el 13,6% no dispone de contrato. De este documento se extrae que El Puche es el barrio de la capital donde más inmigrantes sin contrato hay. Pero, entre quienes declaran tenerlo, al 81,5% le dura 12 meses, el 8,2% dice que su contrato está firmado como mínimo por seis meses y el 4,8% por ocho meses. El estudio ponía de manifiesto que existe una alta inestabilidad, puesto que sólo el 2,1% tiene un contrato por más de un año. El resto debe renovarlo cada año o menos. En consecuencia, sólo disfrutan, de manera general, de una vivienda estable el 39% de los inmigrados (propietarios e inquilinos con contratos de más de un año), cifras que ascienden al 56,3% en El Puche.

El 43% de los ciudadanos no cuenta con estudios y la tasa de paro supera la mitad de al población. Es difícil encontrar un empleo estable pues la tasa de ocupados eventuales es alta, con un 84,27%, casi tres veces la media de la capital. De los 7.500 habitantes, más del 70% son inmigrantes, la mayoría procedentes de Marruecos. En cuanto al resto, cerca del 15% de los habitantes de la zona son de etnia gitana.

Los vecinos reclaman mobiliario urbano y rehabilitación de edificios además de la remodelación de sus infraestructuras, apenas modernizadas desde la década de los 70.

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