La escuela infantil de San Isidro se convierte en un belén de carne y hueso

Para dar la bienvenida a la Navidad y despedir el primer trimestre de este curso, los 260 alumnos y alumnas del Colegio Infantil de San Isidro realizaron un año más su Belén Viviente, que ya es tradición en el municipio al abrirse las puertas a todos los vecinos. Desde la dirección del centro han concretado que esta actividad se lleva realizando en este centro desde hace seis cursos. Fue el último día de clase, el 21 de diciembre, cuando el alumnado junto a sus profesoras disfrutaron de la puesta en escena de esta original iniciativa.

Los pequeños, perfectamente ataviados con sus disfraces representaron algunas de las escenas más tradicionales del Nacimiento. Un belén en el que estuvieron representados distintos oficios propios de la época, como panaderos, posaderos, percadoros, alfareros, romános, pastores, hasta llegar al portal con la presencia de la Virgen María, San José y el Niño Jesús, junto a los tres Reyes Mágos y los ángeles.

La colaboración de las familias en esta actividad es imprescindible, puesto que son muchos meses de trabajo cooperativo para confeccionar todo el decorado, así como el montaje de la escenificación.

"La comunidad educativa pudo disfrutar de una mañana muy amena en buena compañía", han explicado desde la escuela infantil de San Isidro, cuya dirección ha agradecido a todas las madres que han colaboraron con la puesta en marcha de esta actividad. "Sin su trabajo no sería posible", han resaltado.

El Belén Viviente también contó con la visita de los alumnos del primer ciclo del Colegio de Primaria Andalucía de San Isidro y los más mayores de la guardería Las Gaviotas.

También asistió a esta tradicional actividad una representación del Ayuntamiento que estuvo formada por el concejal del área de Deportes, Sergio Vicente y la edil de Juventud, Ainhoa Salmerón.