Las esculturas de papel más famosas de las redes sociales 'nacen' en un pueblo de Almería
El artista Félix Semper, con más de 1 millón de seguidores en total, ha trasladado su estudio desde Miami a Villaricos
Un paseo por el nuevo Museo del Realismo de Almería, en imágenes
A simple vista parece una simple escultura de estilo pop del rapero Tupac Shakur con una pelota de baloncesto en sus manos. Pero, de repente, su cuello se empieza a estirar como si fuera uno de esos muelles Slinky con los que han jugado tantas generaciones. Toda la escultura es una especie de acordeón formado por miles y miles de horas de papel pegadas estratégicamente para que se pueda estirar (o abrir como un libro) y, de esa forma, sorprender a quien la contempla.
Esa es solo una de las famosas esculturas estirables de papel del cubano Félix Semper. Con su estilo tan característico ha logrado hacerse un hueco entre los artistas más famosos de las redes sociales y sus obras se han vendido por medio mundo. Ahora, esas esculturas pop que sorprenden a quién las ve se crean en el estudio que ha abierto en Villaricos (Cuevas del Almanzora), donde se ha mudado recientemente.
Félix Semper nació en Cuba y a los nueve años se mudó a Madrid. Siendo un adolescente se fue a vivir a Miami (Estados Unidos) hasta que hace apenas un año y medio decidió comprar una propiedad en Villaricos. “Vine porque un amigo me hablaba mucho de la zona de Vera, lo bonita que era y lo tranquilo que se vivía aquí. Cuando conocí el mercadillo de los domingos de Villaricos quedé enamorado del pueblo y de su ambiente”, explica el escultor. En este pequeño paraíso costero ha encontrado su lugar en el mundo, un sitio donde inspirarse y seguir creando sus esculturas casi mágicas.
En junio inauguró su estudio (calle Baria, 34), que a la vez tiene una zona de galería que se puede visitar con cita previa (contactando por correo electrónico o a través de las redes sociales). Y aunque pasa gran parte del tiempo aquí, también conserva otros dos estudios en Miami (Florida) y en Charlotte (Carolina del Norte). En el taller dedica muchas horas del día a crear nuevas esculturas: las de papeles que lo han hecho tan famoso y, ahora también algunas de madera que se abren gracias a bisagras y esconden dibujos en su interior. Entre estas últimas destaca una de Bart Simpson cuya cabeza se despliega en varias tablas mostrando al espectador los pensamientos del personaje.
¿Cómo surgió la idea?
Félix Semper es un artista autodidacta. Nunca estudió Bellas Artes, pero siente que nació con esa gracia o don. “Siempre he sido artista y he pintado, pero la vida me llevó por otros lugares”, explica. Siguiendo los pasos de su padre se dedicó a las promociones de viviendas y, como admite, le fue bastante bien. “Hacía unas 20 o 30 casas al año y las vendía, y en mi tiempo libre pintaba o hacía esculturas”. Pero con la crisis económica de 2008 el negocio inmobiliario se vino abajo: “Perdí todo”, confiesa.
Dicen que los momentos de crisis son también de oportunidades y Semper lo tomó así. “Decidí que en adelante iba a hacer lo que verdaderamente me gustaba y me hacía feliz, que era el arte”, así que empezó a dibujar y pintar todo el tiempo, ya no como un simple hobby sino orientándolo de forma profesional.
Recuerda que, en esa misma época de su vida, hubo un fin de semana que la nieve lo cubrió todo. “Decidí salir a la calle y ponerme a jugar con ella. Hice una figura de nieve y mis amigos quedaron impresionados. Me dijeron que tenía mucho talento para la escultura y me animaron a seguir por ese camino”.
Fue entonces cuando, casi como una epifanía, vino a su mente un recuerdo de su juventud. Había trabajado un tiempo en una imprenta donde hacía artes gráficas pero cuando se aburría echaba una mano cortando el papel. “Cuando lo hacía veía que tomaba diferentes formas y pensé que quizás se pudiera hacer algo con ello”, dice. Así que retomó esa idea de juventud y decidió usar miles de capas de papel como si fueran mármol, para moldearlas y crear esculturas. “Podía haberlas hecho de arcilla o mármol, pero eso era lo que ya hacía todo el mundo; si quería tener impacto debía hacer algo muy distinto”, asegura.
Las primeras esculturas las hizo en bloques de papel comprimido, pero sin movimiento. “Siempre había sentido fascinación por la animación, especialmente por Walt Disney, así que me vino la idea de pegar el papel de tal forma que se abriera y cerrara como un acordeón”. Así comenzó a realizar las esculturas movibles y eso cambió su vida para siempre. En 2012 llevó una de esas obras casi mágicas a Nueva York —un busto blanco que se estiraba— y se la enseñó a muchísimas personas. “Se hizo viral en las redes sociales y me invitaron a un show de televisión; así empezó todo”, cuenta Semper.
Su primera obra célebre fue una escultura del rapero Notorious B.I.G. En su imaginario, el mundo del rap siempre ha estado presente. “Esa escultura me llevó unos tres meses. Tiene unas 7.000 hojas de papel”, explica. Luego también hizo una de Tupac, movible con control remoto y otras muchas de personajes famosos. En su porfolio hay esculturas pop de todo tipo: zapatillas deportivas, superhéroes, instrumentos musicales, bolsas de patatas fritas, perritos calientes, un urinario o hasta queso menorquín. La inspiración le puede llegar de cualquier parte: “A veces estoy viendo la televisión y veo un anuncio y me inspira para hacer una obra; o una vez estaba comiéndome una bolsa de patatas Lays y pensé que me encantaría hacer eso”, explica Semper.
Un artista viral en redes sociales
Gran parte del éxito de las obras de Félix Semper radica en las redes sociales. “Si esto hubiera ocurrido hace 40 años habría sido muy distinto. Tendría que haber mostrado mi obra solo a través de galerías, pero todo ha cambiado mucho hoy día, porque las redes sociales consiguen llegar con tu obra a la gente de forma inmediata, sin intermediarios”.
Felix Semper es uno de los artistas más famosos en redes sociales: tiene 708.000 seguidores en TikTok, 263.00 en Instagram y 14.000 en Facebook. Los vídeos de sus esculturas movibles cautivan, se repostean y viralizan de inmediato. Así, su obra ha llegado ya a todo el mundo. “Mi primera gran exposición fue en 2018 en Nueva York pero después he llevado mis obras a Dinamarca, China, Arabia Saudí Abu Dhabi, Qatar y muchos otros países”. Ahora, además de crear sus esculturas en Villaricos, expondrá una selección de ellas en el Castillo de Cuevas del Almanzora. Se inaugurará el viernes 12 de septiembre y cualquiera podrá ir a visitarla hasta el 31 de octubre.
El artista de los famosos: Karol G, J. Balvin o Pablo Motos ya conocen su obra
Félix Semper se inspira mucho en la cultura pop para realizar sus obras. Tiene esculturas de multitud de personajes famosos y ha colaborado con muchos de ellos.
Ha realizado trabajos para Microsoft , Balenciaga, Burberry, Adidas, entre otras muchas marcas. También con personalidades como Luis Fonsi o Karol G., con la que coincidió en ‘El Hormiguero’, el programa de Pablo Motos en el que ha participado ya en varias ocasiones y donde también mostró sus esculturas a la actriz Blanca Suárez.
Además, Maluma recibió como premio una de su sobras (un micrófono de papel) realizado por Semper para la fundación Playing For Change.
Pero son muchos más los famosos que conocen su obra y que son incluso coleccionistas. Por ejemplo J. Balvin, A$AP Rocky, DJ Khaled, Fat Joe o Wendy Williams.
Su trabajo también ha llamado la atención de uno de los cuevanos más ilustres, el periodista Carlos Herrera. Hace apenas unas semanas visitó su estudio para conocer su obra de primera mano. Herrera dijo en redes sociales que “ su obra es originalísima” y afirmó que “es un honor que hayas elegido nuestro pueblo para situar tu estudio en España”.
Tener una de estas esculturas estirables —o uno de sus cuadros, que también destilan el innegable talento de este cubano— está al alcance de quien tenga unos miles de euros y desee invertirlos en arte. “Me pueden contactar a través de mi correo electrónico para saber los precios y pueden concertar una cita si lo desean”, explica. ¿Cuánto cuesta un Semper? “Desde dos o tres cuantos miles de euros una de las piezas pequeñitas hasta el infinito”, bromea. Porque el precio del arte es algo muy subjetivo.
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