Un estudio detecta riesgo en el consumo de alcohol entre los almerienses

La prevalencia del consumo de drogas entre los ciudadanos almerienses ha disminuido en casi todas las sustancias, salvo en el alcohol y de forma sutil en otras sustancias como el cannabis, alucinógenos, tranquilizantes e hipnosedantes sin prescripción médica. Así se desprende de la última edición del estudio bienal sobre Población andaluza y drogas, que en la provincia de Almería muestra un descenso en el consumo diario de tabaco, que pasa del 45,7% al 31,5%, y un incremento del consumo de riesgo de alcohol que se sitúa en el 5,5%, frente al 4,8% que reflejaba el anterior estudio.

Los expertos señalan en este sentido que las drogas son las causantes de 529 atenciones sanitarias en la provincia de Almería, principalmente en el Servicio de Urgencias. El alcohol se alza como la droga más problemática en este sentido ya que acapara el mayor número de atenciones, principalmente en personas con edades comprendidas entre los 45 y 49 años.

Médicos y psicólogos tachan a las bebidas alcohólicas como una vía de escape "frecuentemente" utilizada para olvidarse de la realidad y de los problemas. En esta edición del estudio no solo se observa un incremento del consumo de alcohol, en general, sino que también aumenta el indicador de consumo de riesgo, que en Almería pasa del 4,8% en 2009 al 5,5% en 2011.

Las prevalencias de consumidores de las diversas sustancias psicoactivas se mantienen estables en este estudio tras el descenso detectado en la anterior. Aunque para algunas sustancias, concretamente cannabis, alucinógenos, tranquilizantes e hipnosedantes sin prescripción médica, se observa un cierto incremento.

El mayor riesgo en la población almeriense se percibe para los comportamientos de consumo de heroína, cocaína y alucinógenos, incluso cuando se trata de un consumo poco frecuente.

En materia de drogodependencias y adicciones la Junta de Andalucía cuenta con recursos asistenciales (centros de encuentro y de acogida, centros de tratamiento ambulatorio, unidades de desintoxicación hospitalaria, comunidades terapéuticas, viviendas de apoyo al tratamiento y viviendas de apoyo a enfermos de Sida) y programas asistenciales que en 2011 supusieron una inversión de 31 millones de euros, a los que habría que sumar las subvenciones que se otorgan a asociaciones y entidades por valor de 2,8 millones.