Almería fue la favorita de Europa para albergar el parque Disney, ¿qué falló?

El factor climatológico de la provincia de Almería y otras de España se valoró como el mejor de Europa en los estudios iniciales de la compañía

'Día Disney' en Mojácar: siete zonas temáticas harán de la ciudad un gran parque de atracciones

Disneyland París, lo que un día pudo estar en Almería.
Disneyland París, lo que un día pudo estar en Almería. / DDA

La provincia de Almería revive la punzante memoria de un hito que se escapa: la sede europea de Eurodisney, un proyecto transformador que finalmente aterriza en París, pese a que la tierra del sol se posiciona como favorita indiscutible en los estudios iniciales de la compañía. La realidad se impone con brutal contundencia: aunque el clima excepcional del litoral del Levante almeriense y el Desierto de Tabernas se erigen como el mejor aval de Europa para el parque, son los fríos e innegociables números de la logística los que penalizan a la provincia, dejándola fuera de la fase final de selección y sellando una de sus mayores oportunidades económicas perdidas. La clave de la decisión no está en el sol, sino en la inexistente conectividad de la Almería de los años ochenta.

A mediados de los años ochenta, cuando The Walt Disney Company arranca la búsqueda de un emplazamiento en el Viejo Continente, el clima mediterráneo se convierte de inmediato en el gran activo de España frente a la opción francesa.

El clima almeriense: la baza insuperable de Europa

Es precisamente aquí donde Almería saca pecho a nivel continental: sus más de 3.000 horas de sol y la estabilidad atmosférica que garantiza Almería se posicionan como los mejores garantes. La prensa y los círculos políticos debaten intensamente sobre esta ventaja que se considera insuperable en la provincia. Los informes internos de Disney confirman que el litoral almeriense ofrece el mejor clima de todas las opciones europeas puestas sobre la mesa.

La compañía norteamericana busca replicar el éxito de sus parques en Florida y California, y la previsibilidad meteorológica de Almería es, sin duda, un factor decisivo. Este factor de oro eleva la moral de las autoridades locales y autonómicas, que vislumbran en el proyecto la posibilidad de una inversión con potencial para transformar la región.

El factor logístico que sentencia la candidatura

Sin embargo, el proyecto, que se valora en miles de millones de pesetas, exige una conectividad de escala continental que, de forma inequívoca, Almería no puede ofrecer en aquel momento clave. El gran obstáculo que la provincia no logra superar es la clamorosa ausencia de infraestructuras de alta capacidad para el transporte masivo de visitantes. Esta carencia contrasta de forma radical y demoledora con el compromiso inmediato de Francia de construir una estación de tren de alta velocidad en la misma puerta del futuro parque de Marne-la-Vallée. La falta de una red de carreteras y conexiones aéreas robustas sencillamente sentencia la aspiración almeriense de forma fulminante. Sin embargo, las infraestructuras eran subsanables, pero no la lucha entre los propios territorios del país que quisieron hacerse con Disney.

La prioridad: acceso a 40 millones de habitantes

Mientras que en el resto de España se impulsan hasta cuatro ubicaciones más desarrolladas en el arco mediterráneo (Tarragona, Castellón y dos zonas de Alicante/Valencia) para los estudios de viabilidad definitivos, Almería queda rezagada en la pugna por esta histórica decisión global porque los políticos también tenían sus preferencias.

El resultado final se plasma en la elección de Francia, un evento que cierra de golpe las aspiraciones legítimas de la provincia y establece un precedente claro. La historia de la candidatura de Eurodisney subraya una lección esencial: aunque el clima y la extensión de suelo son imprescindibles, es la infraestructura logística la que define las grandes inversiones globales. Almería aprende de esta experiencia la urgencia de mejorar sus conexiones para competir en la liga de los grandes proyectos. Otro tema posterior que da que hablar, aunque con menor magnitud, es el del macroproyecto de Eurovegas Tabernas. A día de hoy, el mito de que el propio Walt Disney nace en el municipio de Mojácar y la historia de esta oportunidad perdida se mantienen como dos poderosas anclas que conectan a la provincia con el mundo de la fantasía y el ocio internacional, a pesar del resultado adverso.

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