Las fiestas de las carretillas topan con una normativa europea antipólvora
Esta medida afirma que "los artículos pirotécnicos no se moverán de forma errática o imprevisible", lo que podría acabar el próximo año con las tradiciones en varios pueblos de la comarca del Almanzora
La Unión Europea puede cargarse de un plumazo numerosas tradiciones de varios municipios de la comarca del Almanzora. Una nueva normativa europea afirma literalmente que "artículos pirotécnicos no se moverán de forma errática o imprevisible". A partir de 2010, si nadie lo impide, estas tradiciones desaparecerán porque se prohibirá la fabricación y el uso de los cohetes llamados borrachos. Esta conflictiva normativa ha puesto en pie de guerra a numerosas localidades de la Comunidad Valenciana, una zona muy propensa al uso de estos elementos pirotécnicos. "Si quieren prohibirlos aquí, tendrán que meter en la cárcel a la mayoría de Paterna", de esta forma ha resumido un vecino el sentir popular de su municipio.
Pero a pesar de que la zona donde más se usa el elemento descubierto por los chinos es el Levante valenciano, en el almeriense también tiene mucha tradición y esta normativa de Bruselas choca con el sentimiento de muchos ciudadanos de la comarca del Almanzora que espera cada año la llegada de estas fiestas y constituyen el día grande del municipio. Es el caso de Olula del Río, que el lunes celebró la procesión con San Ildefonso carretillero. Durante el recorrido se tiraron más de 1.000 metros en tracas espectaculares, que marcan la estela de la procesión.
Estas fiestas están también arraigadas en la población infantil, ya que, por ejemplo en el municipio olulense, se entregan una docena de carretillas por niño para que disfruten de esta celebración, aunque siempre van ataviados con indumentaria protectora para evitar posibles accidentes.
Las carretillas están presentes también en municipios como Cantoria, donde celebran la festividad de San Antón cada mes de enero. Si hay algo que caracteriza a este pueblo es su fiesta del fuego en honor al Patrón, en la que se realiza la tradicional tirada de carretillas fabricadas por los propios habitantes que sienten este fiesta de una forma muy especial. Dos meses antes del 16 de enero, la noche de las carretillas, las distintas peñas y agrupaciones se afanan en la fabricación de estos productos, una práctica que este año ha hecho que quince días antes de la llegada de las fiestas, se produjera un accidente durante las pruebas de las carretillas, al incendiarse una nave industrial que quedaba totalmente calcinada, provocando importantes daños materiales, además de la detención de cuatro vecinos.
En la víspera al día del Patrón, se realizan las pruebas, que consisten en que cada carretillero tira tres carretillas de una en una y atadas al suelo en la plaza del pueblo, los vecinos con sus aplausos eligen la mejor de ellas y consiguen el título de "carretillero del año". El día del patrón, a partir de las once de la noche y hasta el amanecer, las diferentes peñas del municipio se estima queman alrededor de 70.000 carretillas. El centro del pueblo es tomado por decenas de personas que ataviadas y protegidas para la ocasión sueltan sus carretillas y "sienten la adrenalina del fuego y la pólvoral" tal y como ellos aseguran. Estos son varios ejemplos del uso de las carretillas en el norte de la provincia. La nueva normativa hará que estas tradiciones centenarias quizás tengan que modificarse y adaptarse a los nuevos tiempo.
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