Del 24 al 30 de agosto la localidad minera del Parque Natural Cabo de Gata Níjar, Rodalquilar, ha sido el epicentro del flamenco más conceptual de ,mano de una esperada actividad que ha contado con el respaldo del público. Ésta no era otra que el Festival Flamenco 340 ha puesto de manifiesto los diversos caminos por los que transita el arte jondo. Desde la exposición de artes plásticas con temática flamenca de la mano de los artistas Estela García, Angela Cuenca y Ramón Colau, la interesante exhibición de cortometrajes flamencos procedentes del festival FFLAC cedidos por el Instituto Andaluz del Flamenco, o las propuestas más científicas auspiciadas por el Instituto de Estudios Almeriense, como una mesa redonda sobre el flamenco en Almería y otras músicas y un taller de compás que han hecho las delicias de residentes y turistas a lo largo de la semana.

Esta propuesta cultural ha tenido como colofón los conciertos del fin de semana pasado en el anfiteatro de Rodalquilar. El viernes dos grupos almerienses llevaron en volandas a un público sorprendido por la integración del tango argentino y el bolero con el flamenco de la mano del grupo La Milonga, donde resaltó la bailaora Mayte Beltrán. Del mismo modo que las más que cautivadora propuesta del combo de Diego Cruz en la que cohabita el soul y el blues con la música jonda, en este caso con la intervención de la bailaora invitada Isa Ramírez. La velada la cerró el DJ Juan Maltés con su rumbero set que lleva por nombre El Vaquilla Flamenco Beat Club.

El sábado fue superior a la anterior, pese al listón dejado por los artistas. Comenzó la velada otras de las voces flamencas que están dando mucho que hablar en el panorama del duende no solo almeriense, sino nacional. Se trata de Cristo Heredia, pero esta vez con una formación interpretando música latina. El son y la salsa hizo levantarse por primera vez al respetable para mover las caderas. Después vendría el repertorio de versiones de temas musicales populares del continente americano tamizados por la sensual voz de La Chocolata.

La cantante jerezana, junto a la sabia sonanta de Manuel Imán pusieron la parte más íntima de la noche. Pero todo cambiaría con la salida al escenario de Chico Ocaña, con su sarcástico e irónico repertorio completamente propio, el de San Roque produjo un torbellino de flamenco billy que encendió al público poniéndolos todos en pie. El Vaquilla Flamenco Beat Club volvió a mostrar su buen hacer a los platos para cerra este novedoso festival flamenco que ha nacido con fuerza para consolidarse en el orbe jondo.

El Festival ha contado para su desarrollo con el apoyo del Ayuntamiento de Nijar, la delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, la dirección del Parque Natural Cabo de Gata Níjar, el Instituto Andaluz de la Juventud, así como con la Diputación de Almería, Cervezas Alhambra, Biosabor, y la producción de Farasha Producciones y Sonicamp que pusieron en bandeja a la Asociación La Guajira un festival de muchos quilates y soniquete.