No cocinar es una manera de celebrar la Navidad que es cada vez más tendencia. Tanto como crear distintas recetas hechas por uno mismo para agasajar a los invitados. Una y otra opción están de moda pero es cierto que ha escalado muchas posiciones la primera. Así lo aseguran las casas de comidas que se dedican en estos días precisamente a cocinar por aquellos que prefieren no hacerlo. Es el caso del Asador Sáez, de CocinArte o de Entre Fuegos, entre otros muchos de la capital y de la provincia, que llevan semanas anunciando sus menús para los días más especiales. Y también los restaurantes.

Las vitrinas invitan a comer de la forma más fácil, sin tener que emplearte en la cocina

Asador Sáez ha elaborado una suculenta carta con aperitivos, primeros y segundos platos irresistible. En sus redes sociales y en sus locales anuncian sus platos navideños para estos días de fiesta con la condición de que los pedidos para Nochebuena debían realizarse hasta el día 21 de diciembre y los pedidos para Nochevieja hasta el día 28 de diciembre. Brochetas de calabacín con jamón ibérico de cebo y chedar; volovand relleno de marisco gratinado; hojaldres de gouda, foie, bacon y miel de caña; cóctel de marisco y sopa navideña conforman las propuestas para los entrantes. Para los platos principales se puede elegir entre solomillo de cerdo en salsa de castañas, salsa Pedro Ximénez o salsa de naranja; carrillada de cerdo en salsa española con mix de setas; pollos rellenos; pierna de cabrito lechal o de cordero al horno estilo Aranda. En el apartados de pescados, los clientes pueden decantarse por bacalao con muselina de ajo tostado, bacalao al pil pil o calamar en aceite. Un suculento menú elaborado de forma totalmente casera y con productos de la tierra principalmente.

No menos atractivo es la carta de CocinArte para estos días tan importantes en los que la mesa se convierte en uno de los puntos principales del hogar. El Menú especial de esta casa de comidas se compone de entrantes, pescados, carnes, guarniciones y postres. Aguacate relleno de ensaladilla de marisco y langostino; tartaletas surtidas de bocado o pimientos del piquillo rellenos de rabo de toro, para continuar con zarzuela de rape con marisco, jibia en salsa, merluza con pesto rojo, pistacho, parmesano y parmentier de boniato con naranja y regaliz o marraná de pulpo. En el apartado de carnes, quiere deleitar a sus clientes con solomillo relleno de foie y bacon con salsa de boletus y trufa; roti de cochinillo con manzana asada, carrillera de cerdo ibérico al oporto o paletilla de cordero lechal al horno con tomate asado. Parrillada de patatas y verduras, tatín de verduras y patata ratte confitada al romero completan el apartado de guarniciones. Y como colofón, unos irresistibles postres de tarta de zanahoria, de kinder o cremoso de yogur con frutos rojos y crispis de frambuesa.

Entre Fuegos, en el centro de la capita, Rambla Federico García Lorca

Y en Entre Fuegos, la carta especial está compuesta por aperitivos variados de canapés, escalivada con foie caramelizado, crema de paté con anchoas, pimientos del piquillo con verduras, volovanes de morcilla con piñones, tosta de brandada de bacalao, tosta de pulpo con patatas mortero o piquillos rellenos de bacalao. Salmón al cava, pulpo sobre cremoso de puré, merluza a la marinera, tataki de atún rojo y hojaldre de salmón es la recomendación en el apartado de pescados. Mientras en el de carnes se ofrece cochinillo al horno, solomillo relleno con foie, pavo relleno, cordero y cabrito. Y como a nadie le amarga un dulce, qué mejor opción que acabar el banquete con una tarta de queso, leche frita, tarta de oreo o un surtido de pasteles al peso.

Lo cierto es que tradición está dejando de estar reñida con lo práctico. Cada vez más familias huyen de complicaciones y se animan, no solo a comer fuera el día de Navidad, sino a encargar comida para llevar. Las opciones son, año tras año, más numerosas y variadas.

Listas de la compra, quebraderos de cabeza para contentar a todo el mundo, tardes enteras en la cocina o la práctica imposibilidad de sentarse tranquilamente durante el banquete, con innumerables viajes del comedor a la cocina para vigilar el horno, son escenas habituales en esta época del año en muchas casas. Es algo que está empezando a cambiar. Así lo cuentan las casas de comida que Diario de Almería ha visitado en la capital en estos días previos al inicio de la Pascua, así como los restaurantes que también preparan para llevar.