Un francés apasionado de las bicis que exporta su profesión en Mojácar

Corría cross country, o sea, campo a través, en cadetes allá en su Ardenas natal. En el campeonato de Francia, de 4.000 participantes, quedó en el puesto 26 a tan sólo 30 segundos del primero. Sin embargo, él, creyó que le faltaba cilindrada para ser un buen corredor y se derivó a la bici. Le apuntaron a una carrera, la primera que competía, y la ganó. Poco a poco, ya de juvenil, ganaba carreras una tras otra. Se vino tres meses a Barcelona con el equipo Kelme. Le llevaron al circuito Montañés, en los puertos de montaña las bielas no daban para más y se planteó regresar a Francia, allí tenía a su novia y no faltaron las Clásicas belgas en las que participó. Le faltó apoyo y para un hijo de emigrantes la cosa no era fácil.

Los padres de José Cano eran de Antas, la madre, concretamente, de Jauro. Él decidió, al margen de su negocio de vending, dedicarse a entrenar a triatletas en el norte de Francia, "un deporte muy duro pero es como la bicicleta, cuando a uno le gusta lo hace. Yo soy especialista en entrenar a gente por carretera. Me dedico a ello con un colega belga que es campeón ciclista de Bélgica". Llegó un momento en que se planteó dedicarse al cien por cien al entrenamiento de ciclistas. "Entonces me vine a Almería", explica José Cano, "por el buen clima. Es el mejor de España. He entrenado en el norte, en Galicia, pero como aquí, en Almería, no hay ninguno". De esto hace ya 5 años.

Junto con su colega y amigo del alma Serge Baguet, ciclista de gran prestigio, inició el trabajo de traer grupos de ciclistas, profesionales y aficionados, al Levante almeriense y para ser más exactos, a Mojácar. "Siempre, en algún grupo, nos encontrábamos con que a alguien se le habían olvidado las zapatillas, el coulotte, guantes y cosas así. De modo que decidimos abrir la tienda hace unos cinco meses aproximadamente. Y nos hemos sorprendido con el auge de la afición al ciclismo entre los españoles.

Para José Cano, la bicicleta es su pasión "lo que hago yo no es trabajo es un placer. Cuando me levanto por la mañana me encanta la vida". Se lanza a la carretera todos los días con los grupos que traen a Mojácar "yo salgo todos los días con ellos; este año, en casi diez meses, he recorrido 27.000 kilómetros en bicicleta. Llegará un momento en que no podré, pero todos los años me hago un reconocimiento médico, y esto es algo que aconsejo a todo el mundo, que se hagan un reconocimiento médico anualmente para conocer su estado físico y no encontrarse luego con sustos. Voy a Bélgica todos los años y allí me estudian físicamente, para ver si puedo o no puedo practicar la bicicleta y hasta ahora sin problema". Y le queda cuerda para dar y tomar. La vida de José Cano es inimaginable sin una bicicleta, está encadenado al mundo de las bicis con todos los piñones del mundo. Cuando le queda tiempo que no es mucho, lo dedica a diseñar maillots "He diseñado muchos para equipos extranjeros, ahora estoy de lleno con el diseño del equipo de Garrucha y ya hice los maillots del equipo ciclista de Antas".