La futura Delegación de Economía, una extraña mezcla de pasado y vanguardia

Las evolución de las obras de la futura Delegación Provincial de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía ha dejado estos días al descubierto una fachada que se caracterizará por su singularidad arquitectónica. El proyecto de la futura sede administrativa, que se orienta a las calles Arapiles y Martínez Campos, es una extraña composición, un montaje no poco peculiar que mezcla la vetustez de la fachada de la antigua Aduana con la vanguardia y modernidad de la cubierta metálica a la que se suma una estructura de cristal de eje definidor del inmueble que va a servir de patio de operaciones y dividirá al solar en dos partes que acogerán dos construcciones de diferentes alturas.

Según ha podido conocer este periódico, el objetivo marcado por la Junta de Andalucía en la elección de este proyecto era la combinación de la arquitectura más tradicional de Almería con la moderna y ahora que va tomando forma son los técnicos y profesionales de la construcción los que tendrán que valorar si se logrará porque la composición resulta a ojos de cualquier antiestética. Eso sí, aún no se vislumbra el patio acristalado que servirá como eje de la actividad administrativa y que dará un toque de distinción al edificio cuando se pueda visitar el interior.

La futura sede de la Delegación Provincial de Economía ocupa una superficie construida de más de 6.600 metros cuadrados y se ha concebido como una gran calle que se inicia en el acceso principal de Arapiles y atraviesa de forma perpendicular el interior hasta el otro extremo donde termina en una sala de usos múltiples que aprovechará la fachada de la histórica Aduana de la ciudad en Martínez Campos donde también tendrá un acceso directo. La sede abrirá sus puestas a lo largo del año, pero antes es necesario que concluyan las obras y se inicie el traslado de las dependencias en calle Trajano de la Delegación Provincial de Economía y Hacienda, que invertirá cerca de ocho millones de euros en el proyecto.

El edificio administrativo de la Junta de Andalucía, cuyos trabajos avanzan a buen ritmo y van a cumplir previsiblemente los plazos, contará con dos sótanos, uno destinado a los aparcamientos de los funcionarios y personal y el otro con uso exclusivo como archivo del sinfín de documentos que se manejan a diario en las dependencias de la Delegación de Economía.

La primera piedra que marcó el inicio de las obras la puso hace dos años José Antonio Griñán, entonces consejero de Economía y Hacienda y ahora presidente de la Junta de Andalucía con la idea de "facilitar a los ciudadanos su contacto con la Administración". Analizando el resultado, puede resultar improbable que acuda a la inauguración de la Delegación de Economía. Las instalaciones actuales, una vez trasladados, se ofrecerá como sede de la UAL.