Gaspar Vivas y su “Fandanguillo de Almería”
Cultura
El auténtico himno oficioso de la ciudad y bandera de todos y cada uno de los grupos folclóricos que han existido y existen en la ciudad
España, en hora buena
Durante varios años, en el cupulín central que engalana la recién rehabilitada fachada principal de Ayuntamiento de Almería, donde se ubica un gran reloj, que desplegaba por el aire que envuelve las calles más antiguas de la capital y un latido emocional se extiende por la recién remodelada Plaza de la Constitución, para los almerienses, Plaza Vieja, el “Fandanguillo de Almería” del cual es autor el maestro Gaspar Vivas, que fue silenciado en 2018 tras protestas vecinales. El recordado y admirado autor nació de María y Gaspar el 30 de septiembre de 1872, en la calle Encuentro, en una casita de planta baja. No existe certificación de bautismo pues al investigar sobre este tema en el libro de bautismos, las páginas correspondientes a este músico habían sido arrancadas. Con el tiempo este niño llegaría a ser conocido por su obra en todo el mundo del arte, dejando con el paso de los años la huella de su valía.
De la subasta de pescado en la primitiva lonja, pronto se volcó en el dominio de la guitarra flamenca, para dedicarse posteriormente con total entrega al mundo de la composición.
Artista popular, componía a través de sus sentimientos con su guitarra construida por Antonio de Torres, que bajo sus manos cantaba, temblaba, lloraba... Siendo muy pequeño tuvo que marcharse con su familia a Cádiz y más tarde las circunstancias de su vida y su inquietud artística, le hicieron tomar la decisión de marcharse a Madrid. Allí montó una academia y compuso casi todas sus obras que en la SGAE figuran ochenta y tres. Fue un artista genial en quien la inspiración era espontánea y la expresión inmediata. No tenía conocimientos musicales, pero eso no fue impedimento para que compusiera obras de todos los géneros. Corriendo el calendario por los años 20, regresa a Almería. El maestro Gámiz señaló de su amistad con el crítico taurino Ulpiano Díaz “Caireles”, al que dedicaría un pasodoble, compuesto al unísono con Rafael Barco.
Fue primo del mejor matador de toros que ha dado la historia de nuestra ciudad, Julio Gómez Cañete, “Relampaguito”, el que preside la Avenida de Vílches, delante de la puerta grande de la plaza de toros.
Falleció en la Plaza Pavía, el 15 de mayo de 1936, reciente iniciada la contienda nacional de la incivil y fraticida guerra. Un problema cardíaco acabó con su vida. Según algún testigo que presenciaba el exiguo cortejo, a su entierro apenas asistieron amigos y ninguna representación oficial. Así lo recogió, cinco días después el Diario de Almería en un artículo titulado ¿Ha muerto Gaspar Vivas? Años después el poeta local Bernardo Martín del Rey, glosaba la última soledad del autor almeriense con unos versos: “Detrás del féretro / va Almería, / rubia de soles. / Se me ha muerto Gaspar Vivas, / el del latido de bronce, / el del alma de rosal / y los dedos ruiseñores.”
Su producción musical y el “Fandanguillo de Almería”
Autor de pasodobles de corte andaluz como “La Alcazaba” que compuso con el músico Maestro Barco, cuplés como “El tiempo es oro”, zambras como “Gitanilla Primavera”, canciones como “Fátima” o fandanguillos como el famoso “Fandanguillo de Almería”. Esta última obra compuesta a principio del siglo XX es la que más éxito tuvo y sigue teniendo.
Fue bailado por infinidad de artistas de gran renombre, pero la que más contribuyó a su difusión fue Dora “la Cordobesita” «andaluza preciosísima, que tendrá a lo sumo veintiún años y posee en cantidad incalculable, gracia y simpatía»». A este fandanguillo se le han inventado varias letras, una de ellas que cantaba La Argentinita a principios de siglo XX.
De lo prolífico de su producción musical dan cuenta los ochenta y tres títulos registrados en la Sociedad General de Autores, algunos de ellos firmados con sus íntimos amigos Rafael Barco y Francisco Gomis Peinado. No resultaba extraño que cuando caía la noche los vecinos de la Plaza Pavía se acercasen a su ventana para escucharle tocar el piano o la guitarra. De su vasto repertorio hay que destacar, sin duda alguna, su célebre “Fandanguillo de Almería”, de notas cantarinas. El auténtico himno oficioso de la ciudad y bandera de todos y cada uno de los grupos folclóricos que han existido y existen en la ciudad.
El “Fandanguillo de Almería” fue estrenado a comienzos de la década de los años diez del pasado siglo por la bailaora “Dora la Cordobesita” en el Teatro Romea de Madrid. La aplaudidísima bailaora, esposa del renombrado matador de toros, Manuel Jiménez Moreno, “Chicuelo”, lo incorporó inmediatamente a su repertorio, cosechando renombrados éxitos de crítica y llenando los teatros de fieles seguidores. Éxito refrendado en Almería, el 27 de junio de 1913 en el Teatro-Circo Variedades; repitiéndolo al año siguiente en el Teatro Trianón, en la Plaza Circular. Las emisoras, EAJ 18 Radio Texaco-Almería y EAJ 60 Radio Almería, lo incorporaron a su sintonía de apertura y cierre de las emisiones.
Así la anunció la prensa: "Esta estrella del arte ha tenido la honra de ser llamada al palco regio por los Reyes de España, en el Circo Parish, de Madrid, y ser premiada con medalla de oro en el concurso de bailes gitanos".
En el “Fandanguillo”, lo rítmico de sus notas y la belleza de su aire bailable a la vieja usanza autóctona provocó que rápidamente fuera adoptado por los ciudadanos como algo genuino y propio.
El maestro Gaspar Vivas cuenta también desde hace años con una calle con su nombre en las cercanías del Auditorio Maestro Padilla, y en el casco antiguo una placa con “Relampaguito”. Nos dejó escrito Antonio Machado “Que hasta que el pueblo las canta las coplas, coplas no son, y cuando las canta el pueblo nadie recuerda al autor”.
Letra del “Fandanguillo de Almería”
El fandango de Almería
nadie lo sabe cantar,
el fandango de Almería,
que lo cantan los mineros,
cuando van a trabajar
a las minas del Romero.
Yo pensé que con el tiempo,
dormirían mis recuerdos,
yo pensé que con el tiempo,
desde que dejé Almería
pero se van aumentando
con las horitas del día.
El fandango de Almería
es azul como las aguas,
el fandango de Almería,
de la mar de su bahía,
que brilla como la plata,
al anochecer del día.
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