La generación de Teresa Rabal

El circo llega al municipio de Roquetas de Mar el día 19 de julio y permanecerá instalado frente al Auditorio hasta el 9 de agosto · Los precios son muy asequibles

La conocida cantante y presentadora está muy orgullosa de su circo.
La conocida cantante y presentadora está muy orgullosa de su circo.
Berta F. Quintanilla / Almería

13 de julio 2012 - 01:00

En un color tenue, ya pasaron los años del blanco y negro, centenares de fotografías se apilan en el baúl de los recuerdos. Suena de fondo, como quien no quiere la cosa (despierta la memoria) aquel me pongo de pie, me vuelvo a sentar que tarareaban los pequeños de hace más de veinte años. Teresa Rabal conserva en la mirada la misma vivacidad de entonces. Algo con lo que no han podido las hojas del calendario, y sonríe ante cada pregunta. De cuando en cuando echa una ojeada distraída a su teléfono móvil.

Ha llegado a Almería con la cabeza, y la carpa, repletas de nuevas ideas. Su circo estará en Roquetas de Mar desde el día 19 de julio hasta el 5 de agosto, momento en que les tocará hacer de nuevo las maletas para continuar con una intensa gira que está sobrepasando todas las expectativas. "Lo que yo propongo es algo diferente a lo convencional". Para empezar, no hay presentador. Ella misma se encarga de ir hilando las funciones como mejor sabe. Cantando. Las de siempre, las que han servido de banda sonora a los padres de hoy, que eran los niños de ayer y con las que intenta que los pequeños dejen volar su imaginación a lo largo de todo el aire que llena el recinto en el que caben en torno a 1.000 personas.

"Contamos con teatros, magos, acróbatas, trapecistas... que hacen disfrutar a todos los que acuden a verlos. Son unos profesionales". Rabal mira un poco al infinito. Lo hace porque está a punto de hablar de su padre. "Él siempre decía que no hace falta explicar las cosas, que la música es el idioma más universal que existe con el que puedes divertir o emocionar".

Es una experta en eso de acariciar lo etéreo. Frente a sus ojos ha visto pasar a miles de personas. "No noto diferencia entre los niños de antes y los que vienen ahora... aunque estos últimos son más introvertidos que no es lo mismo que decir que son tímidos". Lo más importante, la sensibilidad, es algo que tienen a flor de piel. "Cuando tocas la fibra, reaccionan igual".

No ha querido permanecer al margen de la crisis económica actual anunciando unos espectáculos con "precios muy asequibles". "El primer día, el que debutamos, valen 8 euros y posteriormente los precios oscilan entre los 8, 10 a 30 euros, dependiendo de la zona en la que estén situados los asientos". La función única es a las 21:45 horas. "Me parece el momento más adecuado porque es cuando la gente sube de la playa, hace menos calor... creo que estarán muy cómodos". "Normalmente los que vienen son padres que quieren recordar, rememorar su infancia, y no van a permitir que sus hijos se pierdan la experiencia que ellos han tenido".

Si hay algo que destaca Teresa Rabal del espectáculo es que "ha sido pensado y desarrollado de una manera muy personal y quizá el hecho de que sea así es lo que consigue que funcione tan bien en estos momentos".

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