Los gitanos, dispuestos a demostrar que el barrio de Pescadería está vivo

La voz unánime de uno de los barrios con mayores necesidades de la ciudad volvió ayer a resonar. Como la historia ha demostrado en muchas ocasiones, las mujeres del barrio de Pescadería saben 'coger el toro por los cuernos' para resolver sus problemas. Por ello, al amparo de la Asociación de Mujeres Nebí Calí, mayoritariamente fueron mujeres, tanto gitanas como castellanas, las que pusieron voz a los problemas que asolan el barrio de Pescadería, y que se están recrudeciendo con la crisis, "con bastante permisividad por parte de personas que prefieren llevar el dinero a los barrios que lo necesitan mucho menos".

Con el respaldo de la Federación Andaluza de Gitanos de Almería, se marca el objetivo de la unión como primer paso para ser escuchados "y que nos hagamos visibles", resalta el presidente de la asociación, Juan Torres. Son cerca de un centenar de personas las que consiguieron reunirse en la sede de la asociación en la calle Lastre. En la ludoteca que acoge todos los días a los más pequeños del barrio para juegos y enseñanzas, se encaminaron las propuestas de presión que llevarán a los vecinos del barrio ante las puertas de todas las instituciones, puesto que "es importante que se vea que el barrio está vivo".

Para ello, una de las piezas claves será la participación en las urnas para el próximo 22 de mayo, tanto la directiva de la FAGA como la de Nebí Calí (dejando aparte cualquier tipo de siglas políticas) incidieron en la importancia del voto para dar a conocer a la clase política que el barrio está dispuesto a luchar por sus derechos, convencidos de que las inversiones principales van a aquellos barrios con menor índice de abstención, sobre todo, "cuando se habla del Paseo de Almería y las calles más céntricas".

No están dispuestas a que se repitan los veranos con las puertas cerradas para que no entren las ratas o las cucarachas; quieren mayor flexibilidad a la hora de decidir los desahucios de las viviendas por impagos de las hipotecas, sobre todo, cuando el desempleo y la falta de subsidio o ayuda se ceba con las personas con menor cualificación y en barrios menos favorecidos; pero, sobre todo, piden que se terminen los continuos cortes de agua que hacen que grandes y pequeños no puedan ducharse o lavar platos durante días.