La Guardia Civil intensifica la ofensiva contra el ‘petaqueo’ y su red logística en el litoral almeriense

La Guardia Civil de Almería ha dado un paso más en su lucha contra el contrabando de combustible en alta mar —conocido como petaqueo— con un plan integral que no se limita a la persecución policial de las embarcaciones que abastecen a narcolanchas, sino que ataque también a la infraestructura en tierra que hace posible esta actividad ilícita. Una lucha que continúa actuaciones como la doble operación en Adra y El Ejido en la que fueron intervenidos 10.000 litros de combustible.

En coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica, la Demarcación de Costas de Andalucía-Oriental y los ayuntamientos costeros, el objetivo es identificar y eliminar construcciones ilegales que, bajo apariencia de simples edificaciones rurales o almacenes improvisados, sirven como puntos de acopio de gasolina, talleres mecánicos o escondites para embarcaciones ligeras de alta potencia.

“La colaboración entre administraciones y organismos privados dentro de la actuación preventiva es esencial para cortar de raíz las capacidades de los criminales”, subrayan desde la Comandancia almeriense.

Construcciones ilegales y riesgo ambiental

En los últimos meses, los agentes han localizado edificaciones permanentes y de difícil acceso en el levante almeriense y en áreas protegidas del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Muchas de ellas incumplen la Ley de Costas, el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y ordenanzas municipales de habitabilidad y salubridad, además de normativa ambiental sobre residuos.

Estas construcciones alteran gravemente el dominio público y el equilibrio ambiental y, en el ámbito penal, suponen un riesgo directo para la seguridad de las personas por el almacenamiento clandestino de grandes cantidades de combustible altamente inflamable.

Coordinación administrativa

El plan impulsado por la Guardia Civil contempla que, una vez detectada una posible infracción urbanística o ambiental, se comunique de inmediato a la administración competente. Los ayuntamientos han iniciado expedientes para frenar nuevas edificaciones y restaurar la legalidad urbanística alterada, mientras que Costas del Estado actúa contra las ocupaciones ilegales del dominio público marítimo-terrestre.

Paralelamente, el Servicio Marítimo Provincial, las patrullas de Fiscal y Fronteras (PAFIF), el SEPRONA, unidades de Seguridad Ciudadana y medios aéreos (incluidos drones) intensifican vigilancia en puertos deportivos, playas y calas remotas para interceptar embarcaciones y depósitos clandestinos de combustible.

Cinco operaciones en dos semanas

Entre finales de julio y la primera quincena de agosto, la Guardia Civil ha ejecutado cinco intervenciones destacadas que, en conjunto, han supuesto la aprehensión de más de 7.450 litros de gasolina y la incautación de cuatro embarcaciones:

1. Adra (alta mar, 28 de julio) – Interceptadas dos neumáticas con 236 garrafas y 5.900 litros de gasolina. Se trataba de “gasolineras flotantes” que abastecen a narcolanchas lejos de la costa.
2. Aguadulce (28 de julio) – Incautada una embarcación de fibra con motor de 115 CV, sin matrícula visible y con numeraciones manipuladas, considerada género prohibido.
3. El Ejido (7 de agosto) – Intervenidas 16 garrafas con 400 litros de gasolina en una furgoneta cuyo conductor carecía de la autorización exigida por la normativa ADR sobre transporte de mercancías peligrosas.
4. Garrucha (10 de agosto) – Decomisados 750 litros de combustible que un varón de 24 años cargaba en una gasolinera sin permisos para su transporte.
5. Vera (alta mar, 11 de agosto) – Interceptada una embarcación con 16 garrafas y 400 litros de gasolina; sus cuatro tripulantes fueron denunciados por infracción administrativa de contrabando.

En todas ellas, además de la sanción administrativa, se han abierto diligencias para investigar la procedencia del combustible y su relación con redes criminales que operan en la provincia.

Un problema de seguridad y economía criminal

El petaqueo no es un fenómeno aislado. Según fuentes de la investigación, las redes de narcotráfico dependen de este abastecimiento ilegal para mantener operativas sus embarcaciones rápidas en aguas abiertas. La gasolina se transporta en garrafas de 25 litros, almacenadas y cargadas en lugares estratégicos para evitar la detección policial.

Este combustible no solo alimenta la logística del tráfico de drogas, sino que representa un riesgo de explosiones, vertidos y contaminación marina. Además, al ser adquirido y transportado fuera de los canales legales, el Estado deja de percibir impuestos y tasas, lo que suma un perjuicio económico a la ya compleja dimensión criminal.

Resultados tangibles y llamamiento a la ciudadanía

La Guardia Civil sostiene que los resultados obtenidos en las últimas semanas demuestran la eficacia de un enfoque integral, en el que la acción policial y la actuación administrativa se refuerzan mutuamente.

El cuerpo recuerda que cualquier persona que disponga de información sobre actividades de petaqueo puede comunicarlo a través de los formularios de colaboración en www.guardiacivil.es, la app Alertcops o el teléfono 062.

Con la vista puesta en las próximas operaciones, la Comandancia insiste en que la prevención, la coordinación institucional y la presión constante son las claves para limitar el margen de acción de estas redes.