Madrid es el Nueva York europeo
Los heridos en una pelea por el precio de unas gambas se denuncian
El propietario del restaurante de Garrucha ha presentado una denuncia en el puesto de la Guardia Civil de la localidad
"Lamentamos profundamente lo ocurrido pero el incidente del paseo marítimo fue un episodio de mala educación que nunca debió llegar a las manos. Unos clientes nerviosos, posiblemente cansados, que no demostraron demasiado respeto ni educación por unos profesionales de la hostelería que también se cansan y también se pueden poner nerviosos después de una jornada de diez horas y tras haber atendido a cientos de personas". María López, alcaldesa de Garrucha, se ha reunido esta mañana con los propietarios del restaurante La Barca, para conocer la evolución de los heridos tras el incidente del pasado fin de semana en el paseo marítimo y dar por zanjado un "desagradable episodio que nada tiene que ver con nuestra imagen turística".
En ese encuentro, aunque habían mantenido contactos telefónico con el equipo de gobierno y Policía Local durante todo el fin de semana, los propietarios del establecimiento han vuelto a relatar lo ocurrido, así como que han puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil formulando la correspondiente denuncia por daños, agresiones y las pérdidas sufridas tras la estampida que provocó la pelea. Según el relato de estos hechos una familia de unas ocho personas ocupó una mesa cuando ni tan siquiera estaba preparada para ello. Aún así se les atendió, pero en todo momento el comportamiento de estas personas no fue correcto, cívico ni tan siquiera educado, según han relatado víctimas y testigos. Tras consumir algunos platos típicos entre los que se encontraba una ración de la popular gamba roja de Garrucha los clientes abonaron su cuenta, inferior a los 70 euros, -a menos de diez euros por comensal-, y una vez pagaron se creyeron en el derecho de volver a insultar al propietario y camareros, provocando enormes incomodidades al resto de clientes. En un punto indeterminado de esa discusión se pasó a las agresiones. "En los veinte años que llevo en política en mi pueblo nunca he vivido un episodio como éste, pero en vacaciones se viene a disfrutar, a tener paciencia y no a pelear".
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