Un héroe rescatado del olvido

Bartolomé Beltrán salvó la vida de dos militares estadounidenses en el accidente de Palomares El comandante del bombardero B-52 siniestrado, es ahora pastor mormón

1. Bartolomé Beltrán descubre la placa con su nombre en una de las calles de Águilas. 2. Familiares de Bartolomé Beltrán y mienbros del Consistorio de Águilas posaron ante la placa. 3. JEl comandante del B- 52, Charles Wendorf, hoy pastor mormón,  hablando por video- conferencia 47 años más tarde con su salvador, Bartolomé Roldán (ventana inferior derecha). 4. Feliz con los  más pequeños de su gran familia
1. Bartolomé Beltrán descubre la placa con su nombre en una de las calles de Águilas. 2. Familiares de Bartolomé Beltrán y mienbros del Consistorio de Águilas posaron ante la placa. 3. JEl comandante del B- 52, Charles Wendorf, hoy pastor mormón, hablando por video- conferencia 47 años más tarde con su salvador, Bartolomé Roldán (ventana inferior derecha). 4. Feliz con los más pequeños de su gran familia
Ricardo Alba

27 de octubre 2014 - 01:00

El comandante del bombardero B-52, Charles Wendorf, y su copiloto Michael J. Rooney, junto con el resto de la tripulación, surcaban el aire sobre el mar Mediterráneo con cuatro bombas atómicas adosadas al avión. El vuelo rutinario regresaba a la base aérea de Seymur Johnson, en Carolina del Norte. El reaprovisionamiento de combustible en vuelo estaba previsto efectuarlo mediante el acoplamiento con el avión cisterna, un KC-135 cargado con 110.000 litros de combustible, en el espacio aéreo español. El punto fijado con las coordenadas se hallaba perpendicularmente en las proximidades de Villaricos. Era el día 17 de enero de 1966.

Esa misma fecha, a las cuatro de la madrugada, el patrón de la 'Dorita', Bartolomé Beltrán, y sus cuatro marineros ponían rumbo al caladero entre Terreros y Villaricos. Un día más como todos los días de faena. Comenzaron la tarea de tirar redes cuando tras un gran estruendo comenzaron a caerles fragmentos de las aeronaves que habían sufrido un desgraciado accidente al fallar la maniobra de aprovisionamiento y colisionar ambos aviones. Bartolomé y sus hombres recogieron apresuradamente las artes mientras no perdían de vista los paracaídas que descendían hacia el mar. Desde donde ellos estaban se podía apreciar la figura de cada uno de los hombres que habían logrado saltar de los aviones.

Dos de los tres paracaidistas cayeron cerca de la 'Dorita', en tanto que el tercero fue arrastrado por el viento unas millas mar adentro. El mar estaba muy, picado, el agua fría y las olas impedían ver a los aviadores. Por fin pudieron llegar a uno de ellos, el capitán Charles F. Titendorf, que parecía tener el brazo roto. Con delicadeza lo subieron al barco, le quitaron la ropa, le pusieron otra seca e intentaron calentarlo con algo de café. Mientras tanto, no dejaban de inquietarse por la situación del otro aviador, el teniente y copiloto del avión, Michael J. Rooney. Las olas impedían el acercamiento rápido y por un momento el náufrago pensó que lo dejaban en el mar. Sucedía que la 'Dorita' intentaba colocarse mejor para poder asirlo. Y así fue, aunque el corte que llevaba en la parte superior del coxis hacía presumir lo peor. Lo extendieron en la caseta superior de la barca donde en la parte inferior se sitúa el motor y le cambiaron la ropa. Había que curar aquella herida o el hombre no arribaría vivo a tierra. Bartolomé Beltrán, con unos algodones que utilizaban para el motor y cinta aislante pudo cercar momentáneamente aquel tajo abierto, que, como declaró más tarde, no derramó más sangre quizás porque la temperatura fría del agua también ayudó. Inmediatamente, avisaron a los servicios de emergencia en Águilas y allí estaban ya cuando llegaron sobre las once de la mañana.

Esta historia real que bien podría ser el guion de una película, ha tenido como colofón el reconocimiento en forma de homenaje a la labor de Bartolomé Beltrán, en su momento eclipsada por la figura de 'Paco, el de la bomba', en la historia del accidente nuclear de Palomares. La iniciativa surgió ya hace años del almeriense José Herrera, técnico de cámara de Canal Sur en Almería, y de José Asensio. De hecho, José Herrera escribió el guion y dirigió el documental 'Flecha Rota' rodado en el año 2007.

Hace escasos días Bartolomé Beltrán vio como su nombre rotulaba una calle en Águilas, a la par que pasados 47 años volvió a hablar con Charles Wendorf, entonces comandante del B-52 y hoy pastor mormón. Como bien dice el propio José Herrera, "la vida te da sorpresas: de transportar armas de destrucción masiva a cura mormón".

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