Una historia de amor y mar contada en cuatro minutos
'De Levante', el último corto de Juanfran Martínez, narra un enternecedor drama
Todo empezó antes. Está claro. Pero fue tangible con una simple frase. "Necesito perro obediente para la grabación de un corto". O algo así. La respuesta no se hizo esperar. Eran muchos los que querían participar en la nueva idea del realizador almeriense Juanfran Martínez, y ofrecieron de inmediato a sus mascotas. Vale, nunca ganarán un Óscar. Los animales, digo. Porque él ya tiene el suyo. Todos los agradecimientos que le han dispensado amigos, especialistas y sus actores.
Todo ha sido tratado con la profesionalidad que caracteriza al autor de otros cortos (Me enamoré consiguió una alta aceptación por parte del público). En esta ocasión, Martínez se ha decidido por un drama, aunque siempre manteniendo el componente social. En cuatro minutos cuenta una historia, De Levante, planteando un nudo en el que baraja muy bien los factores compositivos. La grabación tuvo lugar en El Zapillo, concretamente en el conocido como Espigón de los Gatos, una mezcla de azules que confluían en el Mediterráneo.
Ha contado de nuevo con uno de sus actores emblemáticos, el cabogatero Cristóbal García, que ha interpretado a un pescador, así como con Carmen Quesada (Adela), Julio Béjar (Marcos) e Isa de la Rosa (Sara). Caracterizados a la perfección, protagonizan una historia de encuentros y desencuentros a orillas del mar. Adela tiene 70 años, es viuda y viste de modo descuidado, con una mezcla de colores que sólo ella entiende. Todos los días lanza al agua algunas flores. Camina despacio. A veces, le pesa el alma.
Marcos y Sara son pareja. Él está en el paro y ella vive ahogada por el estrés de una cansada oficina. A veces, como en ésta ocasión, se pelean. Y él se entretiene jugando con la perra. Para no prestarle demasiada atención a su pareja.
Ese día es de aquellos. Bronca en casa. Salida a la calle. Al mar. Hablan. Él juega con el animal, buscando respuestas en la mirada cómplice de ojos almendrados. Pasa Adela, arrastrando los pies. Se acerca la perra, buscando una caricia. Marcos no quiere que la moleste y la llama. Pero ella, Adela, 70 años, le pide que se acerque a las rocas, que no puede, no llega. El joven, amante de los videojuegos, accede. Toma las flores en una mano y las lanza con infinito cariño. Vuelve. Se da cuenta de la ausencia, la soledad. Y abraza a Sara como si en ese abrazo la vida se fuera.
Ahí queda la historia. El realizador tiene puestas muchas esperanzas en ella. No en vano, ha conseguido desplegar de nuevo al mismo equipo técnico con el que se proclamó ganador del último Maratón de cortometraje Almería en Corto, que tuvo lugar en el teatro Cervantes de la capital. Ha querido aprovechar la grabación de este nuevo trabajo para felicitar a sus compañeros por el trabajo realizado, destacando la importancia de cada uno de ellos a la hora de componer el equipo. "El rodaje fue de lo más complicados por las condiciones climáticas.Hizo mucho viento, algo que es normal en esta tierra, y al técnico de sonido Raúl Parra le costó mucho trabajar el audio". Fue una lucha contra este elemento. "Mónica Hidalgo se encargó de la producción y dio sus pinceladas a los actores a la hora de vestirlos ya que entraba en escena una actriz de teatro, Carmen Quesada, a la que tuvimos que caracterizar para hacerla anciana y Toñi Herrero la peluquera le puso hasta una peluca para aumentarle la edad", afirma el joven realizador. "Oti hizo de claqueta y script como en los cortos anteriores, Javier Hidalgo hizo de dire de foto, también lo tuvo complicado trabajar con problema del viento. Fran Soriano se encargó de la foto fija y ayudantes de producción fueron Encarni, Miguel, Isa e Inma". También ha colaborado el grupo Doble Sentido, que aportan su toque final con la banda sonora, en la que sólo emplean una guitarra. Martínez sonríe al recordar el trabajo de Llum, la perrita. "Si ya es complicado trabajar con niños, imagina cómo es con perros... ¡y mira que ésta es tranquila!". Respecto a la temática elegida, destaca que es una historia "casi real, que a mí me tocó vivir exactamente en el mismo sitio. Me apetecía mucho contarlo porque a mí me impactó y quise plasmarlo en un corto". Ha querido reflejar la esencia de su tierra con algunos detalles. Por ejemplo, en los diálogos aparece la palabra nenico, o el espigón, la playa, la ropa... una medalla de la Virgen del Carmen, patrona de Pescadería. Aunque éste es el primer paso. El objetivo es que la historia circule por diversos festivales, comenzando por Cuéntalo en 90 segundos. "Queremos grabar una versión más larga porque la historia lo merece". También ha querido realizar un balance de la situación actual del cortometraje en la provincia. "Es un formato diferente, ha hecho que Almería esté envuelto en rodajes".
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