Un hogar para aprender a vivir con discapacidad en esta sociedad

El centro Aspapros de la Junta atiende las necesidades de una veintena de personas con discapacidad intelectual

Uno de los usuarios del centro de Aspapros.
Uno de los usuarios del centro de Aspapros.
M. P.

07 de abril 2013 - 01:00

La discapacidad intelectual ha tenido que luchar a lo largo del tiempo no sólo con la incomprensión y la falta de ayudas sino con el rechazo social. Calificativos duros por la falta de empatía y de conocimiento han llevado a las personas afectadas a una situación de exclusión social que en las últimas décadas se ha visto apoyada por asociaciones y movimientos que trabajan por la concienciación social y la normalización de las vidas de las personas con discapacidad intelectual.

La asociación Aspapros es el vivo ejemplo. Un colectivo que tiene sus raíces en Almería capital y la comarca del bajo Andarax, dispone de centros en Almería, Viator y gestiona en Huércal de Almería tres centros de titularidad de la Junta de Andalucía. La residencia para personas con discapacidad intelectual y graves y continuados problemas de conducta que Aspapros gestiona en Huércal de Almería atiende actualmente a 20 personas. Los centros cuentan con una plantilla de 26 personas que desarrollan una labor humana y profesional que ha permitido ofrecer un espacio idóneo para que las personas con discapacidad intelectual tengan los apoyos necesarios para desarrollar una vida plena en todas las dimensiones del ser humano.

La residencia está distribuida en dos edificios, uno de una sola planta y otro con dos plantas. El primero alberga cuatro viviendas compuestas por cuatro dormitorios, dos baños y cocina-salón-comedor, además de habitaciones para personal de atención y directa y lencería, cada vivienda tiene capacidad para cinco personas. En el segundo edificio distribuido en dos plantas se albergan tres talleres de terapia ocupacional, gimnasio, sala de enfermería, sala de atención psicológica, despachos, sala de juntas y salas de visita para los familiares. Las instalaciones también cuentan con zonas ajardinadas y piscina adaptada para los meses estivales. El servicio que se presta en el centro se define como un recurso integral destinado a personas adultas con discapacidad intelectual y problemas de conducta, con carácter temporal. Esto quiere decir que cuando los problemas de conducta se han reducido o desaparecido y han sido trasladados a otros contextos, la persona puede optar a otro tipo de recurso más idóneo. Las personas que viven en la residencia precisan así de ayuda de otra persona para la realización de las actividades de la vida diaria, para la reducción de los problemas de conducta y además no pueden ser atendidas en su ámbito familiar. Con lo cual, la misión es mejorar su calidad de vida y la de sus familias. Las edades de usuarios oscilan entre la mayoría de edad y los 60 años, procedentes la mayoría de Almería. El 100% presenta discapacidad intelectual con graves alteraciones conductuales, con diagnósticos como epilepsia y enfermedad mental.

stats