El IES Alborán gana el III Torneo de Debate de la Fundación Eduarda Justo
Educación
165 estudiantes de 18 centros educativos de la provincia participan en la iniciativa
Premio Rosa Regàs a dos docentes del IES Maestro Padilla y El Alquián
Un equipo de alumnos y alumnas del IES Alborán – Manuel Cáliz, de la capital almeriense, se ha alzado con la victoria en el III Torneo de Debate ‘El poder de la palabra’, organizado por la Fundación Eduarda Justo de Cosentino. En esta edición han participado 165 jóvenes de 18 centros educativos de la provincia. Tras varias rondas clasificatorias, el equipo de este centro docente ganó la final frente al Colegio Portocarrero.
El equipo ganador está formado por Raquel Liberton Lorente, introductora; Aya Mechych Belaouja, primera refutadora; Luis Cano Cuadrado, segundo refutador; Cristina Alarcón Mallol, conclusora y María Salmerón Cerdán, documentalista. El alumnado fue acompañado a la final del prestigioso torneo por sus formadoras, las docentes Alba Pegalajar y Luisa López.
Cabe destacar que este grupo de alumnos fue también el ganador del I Torneo IES Alborán, organizado por el Departamento de Lengua Castellana y Literatura como torneo interno para seleccionar a los dos equipos que representarían al IESAlborán- Manuel Cáliz ‘El Porder de la palabra de la Fundación Eduarda Justo de Cosentino, y también como actividad para fomentar la oratoria y el debate entre nuestro alumnado.
La sede central de Cosentino, en Cantoria, acogió el pasado 28 de noviembre el torneo final, una iniciativa impulsada para promover la oratoria, el pensamiento crítico y la comunicación eficaz entre estudiantes de la provincia. El programa ha contado este año con 31 centros educativos inscritos, tanto públicos, como concertados y privados, y cerca de 300 alumnos formados a través de una plataforma digital de aprendizaje, talleres especializados y sesiones prácticas. Una participación que confirma el interés creciente por este proyecto formativo, consolidado ya como uno de los referentes provinciales en el impulso al talento joven.
Aunque inicialmente se había previsto la asistencia de unas 125 personas a la competición, finalmente han sido 165 jóvenes que han demostrado sus habilidades comunicativas ante la atenta mirada de nueve jueces expertos en debate académico. Los distintos equipos se han enfrentado entre sí a lo largo de varias rondas clasificatorias, en las que los jueces han realizado sus valoraciones, aportando así un extra de formación a la competición. Tras los cuartos de final y las semifinales, llegó el turno de la final, en la que se alzó vencedor el IES Alborán. Además, Adrián Ruiz Solar, del colegio La Salle Virgen del Mar, ha recibido el reconocimiento a mejor orador del torneo.
El valor formativo de la palabra
Durante los meses de octubre y noviembre, los estudiantes han recibido formación en competencias clave: estructura del debate, lenguaje verbal y no verbal, argumentación, refutación, escucha activa y gestión del tiempo y de la presión escénica, siguiendo el modelo formativo establecido por la Fundación Eduarda Justo. El torneo final ha sido un paso más de un proceso diseñado para acompañar a los jóvenes en su crecimiento personal y académico, creando una cantera de oradores capaces de competir tanto en torneos provinciales como en citas regionales y nacionales.
“La respuesta de los centros y el nivel demostrado por los estudiantes vuelven a confirmar que la juventud almeriense tiene un enorme potencial, una capacidad de análisis admirable y una voz propia que hay que seguir fortaleciendo”, señala José Martínez Barea, director adjunto de la Fundación Eduarda Justo, quien asegura que “la oratoria no es solo una habilidad comunicativa: es una herramienta de vida que ayuda a pensar mejor, construir ideas sólidas, defenderlas con respeto y ganar confianza”.
Un compromiso continuo
Tras la celebración del torneo, la Fundación Eduarda Justo continuará ofreciendo seguimiento y orientación a los centros y estudiantes que deseen seguir compitiendo en torneos externos o mejorar sus habilidades comunicativas, cumpliendo así con la vocación de acompañamiento y desarrollo integral del proyecto. “Las habilidades comunicativas marcan la diferencia”, recuerda Martínez Barea.
También te puede interesar