Un gato negro nacido de la imaginación y la constancia de José Joaquín Solís
El alumno de la Escuela de Artes presentó una obra a la que ha dedicado tiempo y esfuerzo
Su nombre es José Joaquín Solís Navarro, "el primer apellido sí, como el tomate", afirma con la resignación de quien lo ha oído ya varias veces, y estudia en la Escuela de Artes de Almería. Hace unos días estaba sentado en un banco con su particular obra de arte en las manos. Un gato negro, elaborado con constancia y horas de dedicación, que esperaba el momento de formar parte de una de las asignaturas que recibe a diario. El mismo ha sido elaborado con una estructura de papel de periódicos, alambre por dentro y una fina capa de papel maché. Con cuidado, ha moldeado las orejas y la cola del felino, que ahora mira hacia un horizonte que termina en la plaza Marqués de Heredia. "Sólo me queda pintarlo", asegura. Pero negro queda bien. Para él y para sus compañeros. La creación de un joven estudiante, que nace de la originalidad, de la previsión.
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