Así es José Antonio García, el presidente que asume la reconstrucción de la Diputación de Almería

José Antonio García llega a la presidencia de la Diputación Provincial de Almería en uno de los momentos más delicados de la institución, tras una crisis interna sin precedentes recientes y con el mandato explícito del Partido Popular de garantizar estabilidad, normalidad institucional y continuidad en la gestión. Su designación, anunciada en la Junta Directiva Provincial celebrada en Roquetas de Mar, supone una apuesta clara por un perfil municipalista, técnico y con fuerte implantación territorial.

Alcalde de María desde 2019 y uno de los regidores con mayor respaldo electoral de toda España, según destacó el propio Ramón Fernández-Pacheco, García ha desarrollado su carrera política desde la base local, con una trayectoria sólida en la gestión diaria de un municipio rural y una progresiva proyección en el ámbito provincial. Su nombre se asocia dentro del partido a cercanía, conocimiento del territorio y capacidad organizativa.

Perfil técnico y formación especializada

Lejos del perfil político clásico, José Antonio García aporta una formación técnica muy marcada. Es técnico en telecomunicaciones y cuenta con especialización en redes, comunicaciones, seguridad y comunicaciones móviles, además de certificaciones profesionales en CCNA y CCNA-Security. Este bagaje ha sido una de las claves que el PP ha querido poner en valor en su nombramiento, subrayando su enfoque práctico y su capacidad para aplicar criterios de eficiencia y modernización en la administración pública.

Una trayectoria construida desde el municipalismo

Su carrera institucional ha estado ligada principalmente al ámbito local y supramunicipal. Fue teniente alcalde del Ayuntamiento de María entre 2011 y 2019, etapa en la que consolidó su presencia política y su conocimiento de la estructura administrativa. Desde 2019 ejerce como alcalde del municipio, cargo que compatibiliza con responsabilidades provinciales.

En el ámbito del Partido Popular, es presidente local del PP en María y actualmente desempeña el cargo de vicesecretario provincial de Infraestructuras y Movilidad, además de haber sido diputado delegado de Deportes y Juventud desde julio de 2021. Estos puestos le han permitido adquirir experiencia directa en la gestión de áreas estratégicas para los municipios, especialmente en políticas dirigidas a juventud, deporte y desarrollo territorial.

Un liderazgo respaldado por el partido

Durante su presentación pública, Ramón Fernández-Pacheco lo definió como “uno de los alcaldes con mayor respaldo electoral de toda España” y subrayó que será “un ejemplo como presidente con la ayuda de todo el equipo”. El mensaje lanzado desde la dirección provincial ha sido claro: José Antonio García representa una figura de consenso interno y una apuesta por la continuidad en la gestión, pero también por una nueva forma de liderazgo más pegada al territorio.

Su nombramiento deberá ser refrendado en pleno conforme al procedimiento administrativo establecido, paso necesario para su validación formal al frente de la institución.

La presidencia en un contexto complejo

José Antonio García no llega en un momento ordinario. Asume el cargo tras un periodo convulso que ha obligado al PP a reorganizar su estructura y a reforzar su discurso de respeto institucional y confianza en la justicia. En este escenario, su perfil aparece como el de un gestor llamado a devolver estabilidad, serenidad y normalidad a la institución, priorizando la atención a los 103 municipios de la provincia y la continuidad de los servicios públicos.

Desde su entorno político se insiste en que su prioridad será mantener la actividad de la Diputación al margen de la confrontación y centrar la acción en la inversión municipal, la cohesión territorial y la mejora de los servicios locales.

El reto de consolidar una nueva etapa

Con una trayectoria forjada desde el municipalismo y una base técnica poco habitual en la política provincial, José Antonio García encarna un relevo que el PP presenta como símbolo de reconstrucción interna y estabilidad institucional. Su llegada marca el inicio de una nueva etapa que se mide no solo por los equilibrios políticos, sino por la capacidad de devolver certidumbre a una institución clave para la provincia de Almería.