El joven de 18 años detenido por una ola de robos en Almería queda en libertad provisional

El Juzgado de Instrucción número 4 de Almería ha decretado el sobreseimiento provisional y la libertad de uno de los dos arrestados en el marco de la operación policial que culminó el pasado mes de abril con la detención de dos personas acusadas de una treintena de robos con fuerza en garajes comunitarios y varios atracos con violencia en comercios del barrio del Zapillo y alrededores. El detenido que ha quedado en libertad tiene 18 años y estaba representado por el abogado Emilio Cruz.

Según fuentes judiciales, el juez ha determinado que en esta causa concreta no existen indicios suficientes para mantener la investigación abierta contra este joven, por lo que ha acordado el sobreseimiento provisional. Esta resolución puede ser recurrida por el Ministerio Fiscal. El otro detenido, de 43 años, continúa en prisión provisional y sigue siendo investigado por su presunta participación en los hechos.

La investigación, desarrollada por los grupos IV y V de la Brigada Provincial de Policía Judicial, permitió esclarecer hasta 33 robos en garajes y al menos tres atracos con violencia. En uno de estos casos, un atraco a mano armada en un establecimiento de pinturas de la capital —Almericolor— ya se ha juzgado, sin que finalmente se haya dirigido acusación contra el joven ahora liberado.

Las diligencias penales se han dividido en varias piezas. Los atracos con violencia o intimidación a personas, como los cometidos en panaderías, se están tramitando en procedimientos distintos, uno por cada hecho. Por su parte, los robos con fuerza en garajes —donde los autores accedían forzando puertas o rompiendo ventanas— se han agrupado en una única causa, en la que se juzgarán como un presunto delito continuado de robo con fuerza en las cosas.

El joven que ha quedado en libertad provisional aún permanece investigado en otras causas, aunque no se han adoptado medidas cautelares adicionales contra él.

Los hechos ocurrieron entre los meses de enero y marzo de este año, en una oleada de delitos que generó una importante alarma social en varios barrios de la capital. Los detenidos accedían a garajes comunitarios, especialmente en la zona de El Zapillo, donde forzaban vehículos estacionados para sustraer objetos de valor. En otras ocasiones, aprovechaban despistes de los vecinos para colarse en los recintos cerrados.

Para dificultar su identificación, los autores utilizaban pasamontañas, guantes y gafas. Pese a ello, la labor de los agentes de Policía Judicial permitió su localización, intervención y posterior arresto. Durante los registros, se les incautaron diversas herramientas utilizadas para forzar cerraduras, armas blancas, accesorios para ocultar el rostro y una pistola simulada, utilizada en los atracos a comercios para amenazar a los empleados.