El 37% de jóvenes de barrios pobres no terminan Primaria

Un 40% de los vecinos del barrio de El Puche no tiene estudios, el 20% en el Barrio Alto y el 25% en La Chanca

La cifra en la capital se sitúa en el 12%, que está dentro de la media nacional

A inicios de siglo, el 80% de los almerienses era inculto, en las últimas décadas se sitúan entre el 3 y el 6% de la población.
A inicios de siglo, el 80% de los almerienses era inculto, en las últimas décadas se sitúan entre el 3 y el 6% de la población. / D. A.
Rafael Espino

05 de febrero 2018 - 18:36

En Almería, las cifras globales de progreso en los estudios son muy parecidas a las del resto de España. El problema, como también pasa en otros puntos, se encuentra en los barrios desfavorecidos donde los jóvenes son más propensos al absentismo escolar y al abandono prematuro de los estudios. Eso no solo merma las estadísticas, perjudica al progreso socioeconómico del pueblo.

Sin embargo, los barrios desfavorecidos de Almería aquellos con más reconocimientos a nivel escolar. Recientemente, la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, destacó "la complicada y magnífica labor" de los docentes del colegio 'El Puche' en Almería para que sus alumnos, que parten de una "situación de desventaja", puedan transformar su futuro y el de sus familias. En La Chanca, la iniciativa 'Caminos Escolares' recibió el primer premio de los galardones anuales a la Promoción de la Cultura de Paz y Convivencia Escolar en Andalucía.

En Almería se condenaron a padres por el absentismo escolar de su hijo

Barrios como El Puche o La Chanca han dado pasos de gigante en las últimas décadas. El profesorado de estos centros ha tenido que doblar esfuerzos y no han parado de surgir iniciativas que parten desde los colectivos creados en estas zonas. Pero no todo depende de eso, el contexto cultural, familiar y económico es una pieza clave en el desarrollo del aprendizaje.

Según el informe de Barrio Vulnerables del Ministerio de Fomento y Vivienda, La Chanca, allá por 1991, según el informe de Barrio Vulnerables del Ministerio de Fomento y Vivienda, el 21% de la población carecía de estudios y en la actualidad incluso ha aumentado hasta el 25%. Teniendo su pico en el año 2001 con hasta el 31% de sus ciudadanos sin formación alguna. Apenas el 5,2% de los vecinos de El Puche cursan estudios universitarios en la actualidad, por el 5% que lo hacía en el año 1991.

Más grave es el caso del barrio de El Puche. En 2014, el 46% de sus habitantes no posee estudio alguno. Sí es cierto que se ha progresado en el porcentaje de alumnos que han ingresado en estudios primarios (28%) y secundarios (26%), aunque esto no quiere decir que los estudiantes terminen completándolos. Pues ese es el caballo de batalla de las administraciones, el absentismo es colar.

Lo cierto es que existe un estancamiento generalizado en el progreso escolar y académico de los barrios desfavorecidos de la capital y aunque se ha conseguido que más del 60% de sus jóvenes obtengan estudios primarios, sigue siendo una cifra muy baja para llegar a la media de la capital. En esta, el 12% carece de estudios en la actualidad, situándose dentro de la media nacional.

España es líder de la Unión Europea en fracaso escolar, con una tasa del 21,9% de jóvenes entre 18 y 24 años que han abandonado prematuramente el sistema educativo habiendo completado como mucho el primer ciclo de secundaria. Este porcentaje duplica la media comunitaria (11,1%) y está todavía muy lejos del objetivo para España de reducir el abandono escolar al 15% de aquí a 2020, según un informe publicado este lunes por la oficina estadística de la UE, Eurostat.

En todo caso, España ha logrado reducir la tasa de abandono prematuro desde el 30,3% que registraba en 2006 al 23,6% en 2013 y al 21,9% en 2014.

La situación socioeconómica actual deriva en el aumento de familias que sufren situaciones de pobreza y exclusión en la provincia almeriense. Los efectos de la precariedad a la que se enfrentan estas familias repercuten directamente en los menores que tienen a su cargo. Las conclusiones del Boletín sobre Vulnerabilidad Social nº 6 de Cruz Roja Española -dedicado a la población infantil y juvenil- evidencian un panorama marcado por los problemas en la escuela (el 56% de los niños y jóvenes atendidos por la institución humanitaria han repetido curso), las penurias económicas (el 55,4% de los encuestados indican la existencia de dificultades de esta índole en su hogar) y la desesperanza (más del 75% cree que la crisis tendrá un impacto muy negativo en su futuro profesional). Ante esta perspectiva, la institución humanitaria tomó la determinación hace ya dos años de redoblar sus esfuerzos hacia la infancia, con la puesta en marcha de nuevos proyectos -como el de Promoción del Éxito Escolar- y acciones destinados principalmente a menores que presentan dificultades en su proceso de enseñanza-aprendizaje y que pertenecen a familias en riesgo de pobreza y exclusión (con ingresos por debajo del umbral de la pobreza).

En cuanto al absentismo escolar, el Juzgado de lo Penal número 3 de Almería ha condenado a unos padres de la capital almeriense como autores de un delito de abandono de familia por permitir el absentismo escolar de sus hijos durante, al menos, dos cursos escolares, con lo que incumplieron el deber de "procurar una adecuada formación y educación" a los menores. El fallo impone a los progenitores una pena de nueve meses de multa a razón de cinco euros diarios, esto es, el pago de 1.350 euros con una responsabilidad personal que podría llegar a un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas en el caso de impago.

Más de un siglo de evolución a pasos de gigante

En el año 1900, hace ya más de un siglo, el 80,8% de la población almeriense no tenía conocimiento sobre la lectura ni el resto de aprendizajes, era analfabeta. En Andalucía el porcentaje era algo más reducido, de un 74,9%, mientras que en el resto de España ese porcentaje era del 66,4%. Noventa años después, en 1991, los índices habían caído sustancialmente. En Almería, tres de cada diez almerienses eran analfabetos. Se había igualado el porcentaje con el resto de los andaluces, que tenían un 29,5%.

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