Una joya donde los monumentos veratenses lucen en plata y oro

VERA

La orfebre Francisca Soler ha diseñado una gargantilla que reproduce una típica estampa de las vistas del municipio

Una joya donde los monumentos veratenses lucen en plata y oro
Una joya donde los monumentos veratenses lucen en plata y oro
Víctor Visiedo

12 de diciembre 2016 - 02:32

¡qué bella postal dibuja la silueta de la iglesia parroquial de Vera con el cerro del Espíritu Santo al fondo! ¡Qué hermoso su palmeral, tan lleno de color! ¡Y su playa! ¡Su sol! Y es que Vera reluce como una joya ante los ojos del visitante y del oriundo. Tanto es así que la orfebre Francisca Soler ha querido labrar en plata, oro, aguamarina y nácar los encantos de su pueblo en una pieza única.

Engalanarse con el bello perfil de la ciudad ya es posible. Desde hace unas semanas, Joyería Sol vende esta "Joya de Vera" en su local de la calle Mayor. Una gargantilla totalmente artesanal elaborada en plata de ley y oro de 18 quilates, con detalles en nácar y aguamarinas.

La pieza ha nacido de las manos de la artesana Francisca Soler, con más veinticinco años en el oficio. "He querido rendir un homenaje a mi pueblo", confiesa la orfebre. La inspiración le sobrevino de repente, como sucede en las mejores obras. "Estaba viendo una foto del paisaje con la iglesia y el Espíritu Santo al fondo y decidí que tenía que convertirlo en una joya", recuerda desde el pequeño taller donde dedica horas y horas a la elaboración de preciosas piezas.

El primer paso que dio Francisca Soler para crear esta joya, tras la inspiración, fue dibujar un boceto de la misma. Tras muchas pruebas, finalmente logró plasmar en el papel lo que tenía en su mente. "Siempre se me ha dado bien el dibujo", reconoce la artista. Después, tras decidir los metales en los que labraría cada elemento, se funden para conseguir lingotes. Para conseguir el grosor idóneo hay que pasarlos por la laminadora y, una vez logrado, se dibujan sobre el metal las diferentes piezas. Se recortan, se elaboran los diferentes acabados, con buril, pulidora y martillo y se sueldan las múltiples partes. En total, unos cuatro días de delicados trabajos artesanales para tener lista cada una de las gargantillas de Vera.

Son piezas únicas, realizadas solo por encargo y numeradas. Su precio ronda los 250 euros. "Ya se han vendido varias y la intención es hacer colgantes, broches o llaveros con el mismo motivo".

A Francisca Soler le viene de lejos su pasión por crear piezas representativas de su municipio y otros de la zona. En las vitrinas de su joyería se pueden encontrar escudos de muchas localidades o de clubes de fútbol. Además, de sus manos también han salido pequeñas réplicas en metal de las imágenes de las diferentes cofradías veratenses.

Su dominio del soplete y el martillo no es cuestión de azar. De casta le viene al galgo, que se suele decir. Nieta y sobrina de relojeros, pronto mostró interés por la joyería. Estudió en el Instituto Europeo de Joyería y Gemología de Madrid y después amplió sus conocimientos en un taller de Barcelona. Perteneció a la extinta Asociación de mujeres artesanas de Almería, con la que expuso parte de sus obras en Milán.

Como persona creativa que es, Francisca Soler toca casi todos los palos. Por ejemplo, realiza cuadros con piezas de maquinaria de relojes. En su joyería también ofrece diferentes colecciones de regalos personalizados que van desde contar historias con pequeñas placas metálicas hasta convertir en joyas los dibujos de los más pequeños de la casa.

Estos días de Navidad merece la pena pasar por Joyería Sol y contemplar la "Joya de Vera". Quizás así esos Reyes Magos que aún andan despistados sobre qué regalar este año puedan encontrar un presente único y de incalculable belleza.

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