La justicia obliga a la UAL a adaptar los estudios para una alumna sorda

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía desestima el recurso interpuesto por el centro académico que se negó a modificar las prácticas de Enfermería para que la joven pudiera finalizar su carrera

María del Mar Granados explicó ilusionada el fallo del TSJA junto a su padre y a su abogado.
María del Mar Granados explicó ilusionada el fallo del TSJA junto a su padre y a su abogado.
María José Uroz / Almería

01 de abril 2009 - 01:00

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía obliga a la Universidad de Almería a adaptar las prácticas y los criterios de evaluación en la carrera de Enfermería a las necesidades de una alumna almeriense con un nivel importante de sordera, María del Mar Granados, que se vio excluida de dos asignaturas porque los docentes apreciaron que su discapacidad era un "impedimento insalvable" para que finalizara los estudios.

La sentencia, que desestima el recurso interpuesto por la institución académica al fallo del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Almería de 2006, confirma íntegramente todos los puntos expuestos por el juez Jesús Rivera. Es además, una sentencia que sentará jurisprudencia en España al ser la primera en este tipo de casos, según manifestó el abogado de la joven, quien además explicó que la UAL también ha sido condenada al pago de las costas procesales.

La sala de lo Contencioso Administrativo del alto tribunal asegura que el centro académico "sin la suficiente meditación" admitió a la alumna para cursar la diplomatura sin haberle advertido nunca de que su grado de discapacidad podría suponer un impedimento para superar dichos estudios.

Después de la notificación de la sentencia, el rector de la UAL, Pedro Molina, dictó una resolución en la que comunicó a la autoridad judicial que el Departamento de Enfermería se adaptará a las necesidades de la joven, que tras años de litigio "no está matriculada, requisito imprescindible para ejecutar la sentencia", recordó.

"Estoy muy contenta. Todo este proceso en lugar de quitarme las ganas de seguir luchando lo que ha hecho es darme aún más fuerza para seguir adelante", aseguró María del Mar Granados. La justicia le ha dado la razón una vez más y tanto ella como su familia aseguran que llegarán hasta el final para encontrar el consenso. "No pedimos un aprobado político, sino que se la ayude para que pueda ver materializada su ilusión, como cualquier alumno", insistió su padre, José María Granados, quien ha luchado contra viento y marea por conseguir un derecho negado a su hija. El letrado indicó que pedirá al rector de la UAL que apruebe la matriculación extraordinaria de su representada, que ahora cursa Trabajo Social por la UNED.

La historia comenzó hace casi diez años, cuando María del Mar Granados tuvo que soportar un camino lleno de obstáculos mientras estudiaba, hasta que se aburrió y tuvo que dejar, obligada, sus estudios de Enfermería. Su ilusión se vieron truncadas por la voluntad de "unos pocos que no quisieron ayudarle", explicó su padre emocionado.

Cansados de dialogar, de reuniones y demás intentos frustrados para encontrar una solución al problema, los padres decidieron acudir a los juzgados. La sentencia les dio la razón, pero el tema no quedó zanjado. La Universidad interpuso un recurso y nunca se plantearon asumir su responsabilidad. Después de tres años el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía volvió a dar la razón a la joven, pero los demandantes se han encontrado con que parece que tampoco ha sido suficiente para cerrar el caso. "Ahora solo queda esperar a ver la Universidad asume su error", como indicó el letrado, quien insistió en que "hasta que María del Mar no acabe su carrera la sentencia no se habrá ejecutado".

stats