La juventud se atrinchera en Almería mientras el país envejece
Almería tiene 140.524 menores de 18 años, el 18,2 % de su población, frente a los 133.903 mayores de 65, que representan el 17,3 %
En un país envejecido, con más de 10,7 millones de personas mayores de 65 años y apenas 7,5 millones de menores de edad, Almería emerge como una excepción estadística y social. Es, junto a Murcia, la única provincia peninsular donde los niños, niñas y adolescentes siguen siendo mayoría frente a los jubilados. Un dato que habla de futuro, frente a un país que envejece sin freno.
La juventud resiste en el sureste
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicados en la Estadística Continua de Población del primer trimestre de 2025, Almería cuenta con 140.524 menores de 18 años, lo que representa el 18,2 % de la población provincial. En cambio, los mayores de 65 años son 133.903, apenas el 17,3 %. Esa diferencia del 4,9 % convierte a esta provincia andaluza en un enclave demográfico atípico y esperanzador.
Murcia, con una diferencia mucho más ajustada del 0,7 %, comparte esta rareza. En el resto del mapa nacional, el envejecimiento se impone de forma implacable.
Una pirámide todavía en equilibrio
La pirámide poblacional almeriense aún conserva forma de pirámide, no de hongo. La edad media de la población es de 41,7 años, según el análisis ponderado de la serie completa de edades publicadas por el INE. En el conjunto de España, esa media supera ya los 44 años. Esto coloca a Almería entre los territorios más jóvenes, no solo de Andalucía, sino del país.
Una ventana de oportunidad... pero limitada
Este equilibrio es una ventana de oportunidad que no durará para siempre si no se sostiene con políticas públicas. La natalidad se ha mantenido relativamente estable gracias a una combinación de familias jóvenes autóctonas y migrantes, pero factores como la precariedad laboral, el acceso a la vivienda o la falta de oportunidades para jóvenes cualificados pueden cambiar la tendencia en los próximos años.
Envejecimiento acelerado en otras provincias
Frente a Almería, la situación en otras provincias es alarmante. En Zamora, los mayores de 65 suponen el 34,1 % de la población y triplican a los menores. En Ourense, la diferencia es del 203 %. Otras como Lugo, León, Salamanca o Asturias presentan desequilibrios similares. El mapa demográfico de España es cada vez más desigual: el noroeste se vacía, mientras el sureste aún late con fuerza.
Una España cada vez más vieja
En el conjunto del país, los jubilados superan ampliamente a los jóvenes. Hay 3,2 millones más de mayores de 65 que de menores de 18: 10.709.263 frente a 7.506.434. Eso significa que uno de cada cinco españoles es ya mayor de 65 años (21,8 %), mientras que solo un 15,3 % tiene menos de 18.
Las provincias más envejecidas del país —Zamora, Ourense, Lugo, León o Salamanca— tienen más del 30 % de su población por encima de los 65 años. En Zamora, la proporción es dramática: hay más del triple de jubilados que de menores. En Ourense, la diferencia supera el 200 %. En la España interior y atlántica, la pirámide poblacional ya está completamente invertida.
Un contraste que habla de futuro
Mientras el noroeste se vacía y envejece, Almería resiste con una población joven y con futuro. La provincia no solo destaca por su juventud, sino también por su creciente dinamismo migratorio y natalidad sostenida. Es una rareza dentro de una Andalucía donde muchas otras provincias, como Jaén, Córdoba o Granada, ya se acercan peligrosamente a la media nacional de envejecimiento.
Melilla y Ceuta, los extremos del sur
Las únicas excepciones que superan a Almería en porcentaje de menores son las ciudades autónomas de Melilla (22,6 % de menores) y Ceuta (19,9 %). Sin embargo, su dimensión reducida las sitúa fuera del mapa comparativo peninsular.
Almería, en cambio, no es una isla estadística, sino una provincia en pleno cambio, donde el reto no es el envejecimiento, sino garantizar un futuro digno para los más jóvenes. Educación, empleo, vivienda y políticas públicas deben ahora estar a la altura de una realidad que desafía las tendencias del resto del país.
Un equilibrio que se tambalea
A pesar de los buenos datos, los expertos advierten: sin políticas que sostengan a las familias jóvenes, Almería podría perder esta ventaja. La presión inmobiliaria, la falta de oportunidades en algunos sectores o la precariedad laboral pueden hacer que muchos jóvenes migren en busca de futuro.
En una España donde cada vez hay más centenarios —26.348 personas tienen ya más de 100 años, de las que el 80 % son mujeres—, provincias como Almería son más necesarias que nunca para sostener el equilibrio demográfico. Porque el envejecimiento, si no se contrarresta, puede volverse irreversible.
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