El pueblo de Macael es conocido en el mundo entero por su mármol blanco. Ubicado en la ladera norte de la Sierra de Los Filabres, este pueblo de la comarca del Amanzora tiene su origen en la ocupación musulmana, una época en la que sus canteras adquirieron gran fama y sirvieron para la construcción de edificaciones tan importantes como la Alcazaba de Almería o el Patio de Los Leones en la Alhambra.

La ciudad del oro blanco, como también es conocida, puede presumir de la visita de Miguel de Cervantes en el año 1.594, o de ser la patria de los Tijeras, famosos entalladores de mármol que destacaron en el siglo XVII. De éstos son además las columnas antiquísimas denominadas Cruz de Mayo y Cruz de Los Mozos que aún se mantienen en el pueblo.

Hasta hace unos años la industria del mármol era uno de los pilares económicos de la provincia de Almería junto al turismo de costa y los invernaderos del Poniente. Desde el comienzo de la crisis y la caída del sector de la construcción este pueblo de casi seis mil habitantes, ha sufrido duramente las consecuencias del desempleo pero lucha por aprovechar su gran patrimonio para convertirse en un referente turístico. Sus canteras pueden volver a ser el futuro, no solo a la espera de que se recupere el sector, sino además porque el Ayuntamiento trabaja para potenciar el turismo industrial; la apertura en breve de un Centro de Interpretación del Mármol, un sendero que unirá pueblo, polígono y canteras, la organización de visitas guiadas a las fábricas y canteras y una ruta turística por el pueblo para poner en valor la rica historia de Macael, son algunas de las medidas más inmediatas.

Por eso, si visita el municipio su primera parada deben ser las canteras, todo su entorno minero con explotaciones a cielo abierto y sistema de bancos descendentes. Desde el Mirador de Las Canteras podrá asomarse y comprobar el poder de la naturaleza. Precisamente mañana 7 de octubre los macaeleros y macaeleras celebran el día de la patrona, su Virgen del Rosario. Votada por los propios vecinos como una de sus siete maravillas, una imagen muy venerada y considerada la protectora de canteros y trabajadores del mármol. Mañana lunes se vivirá el acto religioso más importante del año, la Santa Misa en honor a la Virgen del Rosario al aire libre y su procesión, pondrán el broche final a varios días de fiesta.

No dejen de pasear por sus plazas y porches, mención especial para la Calle Porche, Picasso y Ejido. Su Iglesia Parroquial, de estilo Mudéjar e inaugurada en 1.609, o el Monumento al Cantero, una escultura que sirve para homenajear a todos los trabajadores de la sierra.

Macael es un pueblo acogedor, que se distingue por contar con gente muy emprendedora, dura como su piedra y que ha sabido superar a lo largo de la historia los envites de la vida. Por eso nadie duda de que salvaran la situación y encaminarán más pronto que tarde su futuro. Será a fuerza de trabajo y empeño, pero también mientras tanto seguirán cuidando sus raíces, disfrutando de su historia y de sus fiestas. En diciembre llegará el Homenaje al Cantero, una fiesta tradicional que cada año reconoce a los canteros jubilados. Migas populares cocinadas con esmero por las mujeres del pueblo y una fiesta en la que ellos y sus familias son los auténticos protagonistas. Pocos días después se instalará el Belén Artístico, el más grande de Andalucía, que atrae a cientos de personas y basado también en los paisajes y monumentos del pueblo.

Las Hogueras de San Antón, su Carnaval en febrero con el Certamen de agrupaciones carnavalescas, y la guasa de sus actuaciones. Otra de las Maravillas de Macael es su Semana Santa; la procesión más llamativa y vistosa es la del Santo Entierro, el Viernes Santo. Impresiona ver los hachones encendidos en manos de los nazarenos ocultos bajo sus capiruchos, y los costaleros subiendo por las empinadas calles del pueblo en riguroso silencio. El 25 de Abril se celebra San Marcos. Fiesta de arraigada tradición y jornada en la que las familias del pueblo aprovechan para salir a la Rambla y el Canfornal, donde se degustan algunos de sus platos más típicos.