Una lección para la juventud, un ejemplo de solidaridad

"No tenía agua corriente, el cuarto de baño estaba fuera y me duchaba con un cubo, pero no me eché de menos nada material". Esas son las palabras sinceras de Tito Spínola Guirao, el almeriense que sido nombrado Premio Andalucía Joven Almería de Solidaridad. Esta concesión le viene otorgada por la labor de voluntariado que realizó durante dos años en Madagascar a través de la Fundación Agua de Coco.

Tito viajó a África para realizar prácticas de su profesión (fisioterapeuta) y combinarlas con un programa de voluntariado. "Al primer mes dejé a un lado la fisioterapia y me dediqué por completo a la cooperación", reconoce Spínola.

El joven almeriense reconoce que la primera semana echaba de menos a la familia y estaba un poco desubicado porque no hablaba malgache y sólo un poco de francés (las lenguas oficiales de Madagascar). "Una vez que me metí en la dinámica del país, no me acordaba mucho de lo de aquí porque había muchas cosas que hacer y estaba aprendiendo continuamente", comenta Tito.

Spínola volvió hace un mes de tierras africanas, aunque asegura que todavía tiene su mente allí y que no "intenta ver ni videos ni fotos". Una de las cosas que más le impactaron al regresar a Europa es "el consumismo desaforado que tenemos porque aquí vivimos en una realidad diferente".

El almeriense ha vuelto para formarse con una base teórica importante y volver a trabajar sobre el terreno y dedicarse de lleno a la cooperación y el desarrollo.

Desde la distancia, Tito sigue colaborando cada día para ese país que tanto ama. "Me desvivo por los niños que conocí en Madagascar y por eso realizo campañas de sensibilización en colegios y diferentes proyectos benéficos". De hecho, es el responsable del área de sensibilización y educación al desarrollo de la Fundación Agua de Coco y el delegado provincial de la misma en Almería. Precisamente a Spínola le agrada recibir este premio "porque se hablará de nuestra fundación y esperemos de esta forma conseguir más ayudas para nuestros proyectos".

Spínola ha asegurado que con este reconocimiento espera que la gente cambie el concepto que se tiene de que los jóvenes sólo se dedican al botellón. Además, el almeriense comenta que "me alegraría si este premio sirve para que otros jóvenes se conciencien de que hay hacer cosas y se animen a hacerse voluntarios". Aunque, la realización de nuevos proyectos en el país africano y las sonrisas de los niños serían el mejor premio para este joven ejemplar repleto de solidaridad.