El legionario acusado de matar a un joven en Murcia fue 'cazado' en la red
Cuestionan el criterio de los agentes de la Guardia Civil a la hora de investigar el crimen
El sargento de la Guardia Civil que dirigió la investigación sobre el crimen ocurrido el 30 de septiembre de 2007 en un festival de rock en Mula, Murcia, y por el que está acusado de asesinato un legionario de Almería, dijo durante el juicio que la identidad del acusado, Pablo S. J., se conoció por medio de las redes sociales, en donde había sido colgada de forma anónima. El agente declaró que los acompañantes de la víctima, un joven barcelonés de 19 años, describieron al autor de l apuñalada que acabó con su vida como "un muchacho delgado y con el pelo rapado". Un tío del fallecido puso en conocimiento de la Guardia Civil que la familia supo que el agresor era un militar de la base de la Legión de Viator, porque uno de los jóvenes que acompañaba al fallecido lo había visto en internet.
La defensa del acusado, para quien el fiscal y la acusación particular piden 18 años de cárcel, cuestiona la forma en la que el sargento de la Guardia Civil preparó las hojas de reconocimiento enviadas a los cuatro jóvenes que aseguraron haber sito testigos de los hechos. En concreto, comentó que en varias de ellas "figuraban imágenes de personas magrebíes, y algunas pertenecientes a la etnia gitana", lo que contravendría la obligación de que en estos reconocimientos figuren personas de características físicas similares a las del sospechoso.
El teniente de la Legión, P. G., superior del acusado, lo definió como "una persona que nunca perdió el control". Además manifestó que su comportamiento tras el día de los hechos "siguió siendo completamente normal".
Uno de los testigos que acompañó al grupo de jóvenes al festival, dijo que Pablo S. J. llevaba aquel día el pelo corto, no rapado, y que no lucía aros en las orejas, al contrario de lo que declararon otros testigos. "Nunca lo he visto participar en altercado alguno, no es una persona violenta", concluyó.
Un amigo de la víctima indicó en el juicio que reconoció al presunto asesino "por su mirada como de ira y de rabia". Los cuatro amigos que acompañaban al fallecido han coincidido al declarar como testigos en el juicio que el ataque "fue sorpresivo" y que no tuvo posibilidad alguna de defenderse.
El juicio, con jurado popular, continuará hoy con la declaración como testigos de los jóvenes de Almería que formaban parte del grupo que se desplazó al festival y al que pertenecían también los acusados.
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