Abogacía

Diez letrados se suman a las filas del Colegio de Abogados de Almería

  • El decano recuerda que la abogacía no es ajena aún a cierto “sufrimiento” y a la “soledad de un desacompañamiento que a veces es difícil de superar”

Diez letrados se suman a las filas del Colegio de Abogados de Almería

Diez letrados se suman a las filas del Colegio de Abogados de Almería / D.A. (Almería)

El Ilustre Colegio Provincial de Abogados de Almería ha acogido este viernes un nuevo acto de jura o promesa por el que diez letrados se suman a las filas del órgano colegial. Savia nueva que refuerza a la organización más veterana de este tipo en la provincia almeriense, que mes tras mes aumenta el número de abogados que forman parte de su historia y legado.  En concreto, han jurado o prometido en esta ocasión Francisco de Asís Parra Garófano; Susana Aragón López; José Luis Arqueros Sánchez, Adela Carrión López; Juana Antonia Montagut Gómez; Juan Antonio Lorente Teruel; Alejandro Antonio Martín Barrera; María del Mar Calderón Castelo; Manuel Jesús Maldonado Tornero, y María Jesús Rubio Gálvez. Han sido sus padrinos, respectivamente, Javier Alejandro Parra Pérez-Dobón; Beatriz Gámez Salcedo, Fidel González Sampedro; Ariana Martínez Hernández; Itziar Caballero López; Antonio Giménez Jurado; Diego Castillo Barroso; Carmen María López Fernández; Diego Costa de Caso (magistrado-juez de Vigo), y Manuel Hernández Guerrero. El padrino responsable de dirigirse a los nuevos colegiados ha sido Beatriz Gámez, quien ha iniciado su exposición con una anécdota ocurrida el año pasado cuando realizaba el Camino de Santiago. La letrada se confesó en O Pedrouzo y el cura le manifestó: “Que sepas que los abogados tenéis muy difícil entrar en el Reino de los Cielos”.

Para ella, esto está “lejos de la realidad” porque ser abogado es un “orgullo”, ya que es el garante de la paz social, evitando siempre el conflicto, atendiendo a aquellos que lo necesitan.

Ha instado a disfrutar la profesión y a defender su libertad e independencia, así como también el secreto profesional, siendo en todo momento leales con otros letrados. “Los clientes vienen y van, pero los compañeros siguen ahí”, ha insistido.

Por ello ha pedido a los nuevos colegiados que consulten siempre a sus mayores, eso sí, después de estudiar el caso, empatizando siempre con el cliente, porque para “él, su caso es un mundo”. De esta forma, ha pedido que no abandonen el turno de oficio una vez tengan experiencia.

El decano del Colegio, Juan Luis de Aynat, ha advertido que ahora los tiempos son más sencillos para los abogados ejercientes, aunque la abogacía no es ajena aún a cierto “sufrimiento” y a la “soledad de un desacompañamiento que a veces es difícil de superar”, subrayando las dificultades para compatibilizar la vida laboral con la personal.

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