Menos lluvias y más calor, el futuro de la provincia en cincuenta años
Aun así, el clima desértico hace que las variaciones no sean tan extremas como en el resto de Andalucía
La temperatura media en 1970 aumentará en más de tres grados
Almería, al igual que el resto de las zonas mediterráneas, está abocada a un futuro climático diferente al actual. Más extremo. Quizás, la diferencia no sea demasiado evidente en un plazo corto, pero los expertos ya comienzan a marcar las pautas y el modelo. Las próximas generaciones van a sufrir temperaturas más altas y años con menos lluvias, según las previsiones locales de los expertos en cambio climático. Ésta será la tendencia, a juzgar por los cálculos de los científicos. En caso de ser más respetuosos con el medio ambiente y aplicar de forma más masiva las energías renovables, el impacto no debería ser tan agresivo.
El estudio El clima de Andalucía en el siglo XXI; escenarios locales de cambio climático de Andalucía, basado en el cuarto informe del grupo de expertos sobre el cambio climático (IPCC, Intergovernmental Panel on Climate Change), ha determinado tres escenarios posibles hasta el año 2070. En todos y cada uno de ellos, Almería ve incremendata su temperatura anual. La media de estos casos es de 2,6 grados de aumento, aunque podría darse incluso un aumento medio de 3,4 grados, hasta situarse en los 18,9 grados.
Aun así, el clima semidesértico de la provincia de Almería aguantará mejor las envestidas del cambio climático que el resto de la comunidad andaluza, aunque las diferencias tampocdo son muy significativas. en el peor de los escenarios, Córdoba sería la provincia más perjudicada con un aumento de 4,2 grados, seguida de Jaén (4,1) y Granada y Huelva (4 grados).
Las precipitaciones medias anuales no ponen a Almería en una situación tan complicada como al resto de las provincias andaluzas. De hecho, según el mejor de los tres escenarios, Almería ganará un 0,5% de precipitaciones en lo que queda de siglo, llegando incluso a una media anual de 308 litros por metro cuadrado. Eso sí, aunque el resto de provincias pierden incluso un 23%, caso de Cádiz, las precipitaciones en Almería estarán muy por debajo del resto de la comunidad.
En el peor de los tres escenarios que se plantean, Almería perderá un 5,4% de lluvias, no llegando ni a los 290 litros por metro cuadrado al año. Lejos de los 639 de la provincia de Cádiz o los 567 que alcanza Málaga.
El cálculo de cómo será el clima del futuro en Andalucía se construye con unos potentes simuladores meteorológicos que reproducen a nivel global las condiciones más importantes del clima. Son los llamados modelos de circulación general (MCG). Para este estudio se han empleado modelos ideados por Alemania (el EGMAM de la Universidad Libre de Berlín; y el Echam5 del Instituto Max Plank de Meteorología), Francia (el CNCM3, del Centro Nacional de Investigación Meteorológica), Noruega (el BCM2 del centro Bjerknes de Investigación sobre el Clima) por tener resoluciones y parametrización más avanzadas que los modelos predecesores. Desde 1990 se está trabajando con modelos acoplados atmósfera-océano y son éstos los incluidos en el cuarto informe del IPCC y con los que se está trabajando en la actualidad, explica Francisco Cáceres, responsable de la Red de Información Ambiental de Andalucía (Rediam) de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta.
A su vez, estos modelos se aplican para tres escenarios diferentes de desarrollo socioeconómico (A2, A1b y B1) que definen la curva de evolución que van a seguir los diferentes gases de efecto invernadero. Los escenarios ligados al grupo A se refieren a políticas no muy sensibles desde el punto de vista medioambiental, es decir, que se hagan las cosas como hasta ahora. Por el contrario, los escenarios del grupo B hablan de políticas más cuidadosas con el medio ambiente que compatibilizan el uso de energía fósil y de energías renovables, es decir, que haya cambios respecto a la situación actual.
En Andalucía, los resultados del estudio apuntan en la misma dirección de más calor, especialmente en la costa mediterránea, y menos lluvias que cambiarán el reparto actual de los seis climas que existen. En los próximos 50 años (ver infografía adjunta) con el peor escenario prolifera el clima mediterráneo subcontinental de veranos cálidos (color rojo) que ahora ocupa la parte alta del Valle del Guadalquivir hasta invadir progresivamente la cabecera de la cuenca del Guadalquivir y este clima pasa de ocupar el 19,4% de la superficie andaluza al 31,8%. Además, pasará a segundo plano el clima mediterráneo sub-continental de inviernos fríos (color verde claro), que hoy es el más extenso, y quedará restringido a Sierra Morena. El clima mediterráneo oceánico (color amarillo), donde se inserta la mayor parte de la provincia sevillana, aumenta su superficie del 23,5 al 27,5%, a costa del clima mediterráneo subtropical (color azul), que disminuye 6 puntos hasta casi desaparecer. El clima de montaña quedará reducido a las zonas más altas.
Para los próximos 80 años. La previsión para Andalucía es que la temperatura anual aumente de 3,9 a 1,6 grados, según las políticas que se apliquen. Las precipitaciones medias anuales disminuyen entre un 13,7% y un 26,6%. El número anual de días de frío (temperatura mínima igual o menor que 0ºC) se reduce entre 5,7 días y 9,6 días. El número anual de días de calor (temperatura mayor de 35º) puede bajar de los 33,8 días actuales a 21,8 o bien a 61,6. El balance hídrico anual (agua en las cuencas) bajará un 68,3% o un 31%. El índice de aridez (relación entre precipitación y evapotranspiración) subirá un 55% o un 25% según lo que hagamos. La buena noticia es que podemos evitar que los efectos sean extremos.
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