El ludópata no juega para sentirse bien, sino "para no sentirse mal"

"El 1,5 por ciento de la población almeriense es adicta al juego. Es una enfermedad, tiene tratamiento y, por lo tanto, solución". Así de contundente se mostró ayer el delegado de Igualdad y Bienestar Social, Luis Pérez, durante una rueda de prensa llevada a cabo en la Delegación del Gobierno con motivo de la celebración del 29 de octubre, Día sin juego de azar.

Por este motivo la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados FAJER desarrollará durante esta mañana numerosas actividades para informar a la población sobre los efectos nocivos que esta adicción está causando en la población andaluza.

La persona que padece una dependencia psicológica no lo hace para sentirse bien, sino para no sentirse mal. Cada vez son más los pacientes que acuden a la asociación con una adicción clara a las máquinas tragaperras, a las compras o incluso a los videojuegos. "La llegada de las nuevas tecnologías no ha sentado en la sociedad tan bien como parece. Los jóvenes se inician en el juego a través de las videoconsolas", indica su presidenta María Dolores.

El trabajo de FAJER no se basa en la prohibición, sino en la educación. Es una forma de informar y responsabilizar a las personas para que conozcan los límites. La mayoría de las personas que padecen ludopatía suelen pertenecer a las altas clases sociales. En ocasiones no piden ayuda por vergüenza, por creer que pueden ser señalados por la sociedad que los rodea. "Hemos puesto en marcha tratamientos muy discretos. La persona que se somete a estas terapias se acaban dando cuenta de que se vive mejor sin el juego, sin adicciones. En el instante en que superan la enfermedad cambian, se dan cuenta de lo grande que es la vida", asegura María quien, reconoce, además, que padeció esta enfermedad durante 15 años de su vida.

La adicción a los juegos de azar no sólo representa un grave problema para la salud pública sino que ya ha sido considerado como un problema de índole social. Prueba de ello es que actualmente existen más de 130.000 ludópatas en Andalucía.

El objetivo de FAJER para este año es que se proceda a la retirada de las máquinas recreativas de los locales de hostelería, que exista un control de acceso a todos los locales donde estén ubicadas y que se cumpla la actual Ley de Juego en materia de prohibición de acceso a los menores de 18 años. "Demandamos la puesta en marcha de los mecanismo necesarios para impedir el acceso de los menores a los juegos de azar y que el gobierno no autorice la puesta en marcha de nuevas loterías y que se retire del mercado la Lotería instantánea rasca y gana de la ONCE", señala la presidenta de FAJER.

Para terminar, tanto López como María Dolores coincidieron en que, por una vez, "los intereses económicos no prevalezcan por encima del derecho a la salud de los ciudadanos".