El mar de Alborán se calienta de más y los peces tropicales invaden las aguas de Almería

Las aguas de Alborán ya no son las mismas. En solo unos años, su temperatura ha subido lo suficiente como para provocar una transformación ecológica profunda: peces tropicales que antes nadaban en latitudes mucho más cálidas se están estableciendo frente a las costas de Almería. El mar está cambiando de rostro, y los científicos lo están documentando con precisión.

Un estudio recién publicado en Journal of Marine Science and Engineering por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) ha confirmado la llegada de 23 especies no registradas previamente en el Mediterráneo español, muchas de ellas detectadas en el área que comprende el Estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán (ESAL). La investigación, liderada por Davinia Torreblanca y José Carlos Báez, destaca que estas especies presentan una preferencia térmica media 6,08 ºC más alta que las especies tradicionales de la zona.

📌 ¿Qué especies están llegando a Alborán?

Entre las nuevas especies detectadas en Alborán destacan:

• Pez león (Pterois miles): especie invasora del Índico y el Mar Rojo, peligrosa por sus espinas venenosas.
• Tiburón ballena (Rhincodon typus): presencia esporádica, ligada a la subida térmica.
• Cephalopholis taeniops, Paranthias furcifer y Lobotes surinamensis: especies tropicales del Atlántico y África occidental.
• Buenia massutii, Gobius incognitus y Grammonus ater: pequeños peces de difícil identificación, ahora visibles por cambios ambientales.

Más del 36% de los nuevos registros en Alborán podrían deberse a este proceso de tropicalización, según el estudio.

Una transformación desigual, pero acelerada

Aunque otras zonas del Mediterráneo también han registrado nuevas especies, la tropicalización es mucho más acusada en Alborán. El estudio no encuentra diferencias significativas en la demarcación levantino-balear (LEBA), pero sí en ESAL, donde la complejidad oceanográfica, el tráfico marítimo intenso y la presión turística agravan el fenómeno.

“Alborán es especialmente vulnerable por ser una puerta entre el Atlántico y el Mediterráneo”, señala Báez. Su dinámica de corrientes y su densidad de población humana lo convierten en un laboratorio natural para estudiar los efectos del cambio climático en los ecosistemas marinos.

Cambios ecológicos de gran alcance

Los investigadores alertan de que la llegada de estas especies puede alterar la cadena trófica, desplazar fauna nativa y desestabilizar los ecosistemas costeros. Además, el estudio sugiere que la reciente expansión de la macroalga invasora Rugulopteryx okamurae en Alborán está añadiendo presión ecológica, modificando hábitats y relaciones entre especies.

Implicaciones para la conservación

Los autores recomiendan implementar estrategias adaptativas de conservación que integren los factores ambientales y antrópicos. El trabajo forma parte del proyecto europeo BIODIV y el plan complementario de I+D+i en Biodiversidad de la Junta de Andalucía.

“Los nuevos registros no son excepciones aisladas. Reflejan una tendencia generalizada que, si no se gestiona, podría redefinir completamente la biodiversidad marina del sur de España”, concluye el estudio.