Una estafa tiene a su marido en la cárcel y a Carmen Alonso amenazada
Asegura ser víctima también del fraude de dos abogados que dejaron la causa
Juan Miguel Paniagua se entregó en noviembre de 2008 a la Policía Nacional como presunto autor de una estafa en cadena relacionada con la compraventa de inmuebles en la capital. Recibió una paliza de algunas de las personas que habían sido víctimas del fraude y decidió entregarse para que fuera la justicia la que determinara las responsabilidades. Sin embargo, permanece en prisión desde ese momento, mientras que el resto de los imputados por los mismos delitos están en la calle. Su mujer, Mari Carmen Alonso, lleva desde entonces trabajando para pedir justicia y ha sufrido en primera persona una serie de hechos que le hacen dudar del sistema. Entre lo que viene sufriendo destaca que ha recibido amenazas de los otros implicados en la trama para que su marido no confiese toda la verdad y ha tenido que cambiar de domicilio. Además, cuenta que los dos abogados a los que se les ha encargado la defensa de su marido, cobraron y se marcharon sin hacer su trabajo y cuando solo quedan unas semanas para que se cumplan dos años de la prisión preventiva ha tenido que hacer ella misma los recursos para que el juez atienda sus peticiones. La mujer del detenido sospecha que se están ejerciendo presiones a los abogados y confía en que todo se pueda aclarar en el juicio que se celebrará el 9 de febrero. De momento, la fianza que el juez instructor pide para su marido es de 120.000 euros, una cantidad que no puede conseguir porque, y así justifica el irrelevante papel en la trama de Juan Miguel, no tiene ni propiedades ni recursos económicos.
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