Las marquesinas ya esperan la llegada del AVE en Almería y asoman sobre el soterramiento
Las nuevas marquesinas blancas se convierten en el elemento más visible de la futura estación del AVE sobre el muro pantalla de las obras
La avenida del Mediterráneo recupera la fluidez: abierto al tráfico el primer tramo tras el asfaltado por las obras del soterramiento
La fisonomía de la capital almeriense está experimentando una transformación sin precedentes que ya es visible a pie de calle. El proyecto de integración del ferrocarril ha alcanzado un hito visual y logístico fundamental: las nuevas marquesinas blancas ya se erigen sobre la zona de los futuros andenes, asomando con rotundidad sobre el muro pantalla que delimita el soterramiento. Estas estructuras, que protegerán a los viajeros de la Alta Velocidad, marcan el inicio de la configuración final de la estación intermodal.
Mientras el cielo de la estación se cubre con el acero blanco de las cubiertas, a pocos metros el suelo también recupera su espacio para el ciudadano. Almería ha dado un paso clave en la movilidad urbana derivada de estas obras con la reapertura al tráfico del primer tramo de la avenida del Mediterráneo. Tras concluir los intensos trabajos de asfaltado integrados en la segunda fase del proyecto, la circulación ha quedado restablecida para alivio de los conductores.
Un alivio para la circulación en el eje este-centro
Específicamente, el trayecto que conecta la rotonda del pabellón Rafael Florido hasta el cruce con la avenida de Montserrat vuelve a estar operativo. Esta apertura supone un impacto positivo inmediato para la densidad circulatoria de la zona, permitiendo una conexión mucho más directa entre los barrios del este y el centro de la ciudad. Se eliminan así parte de los desvíos provisionales que habían condicionado la rutina de miles de almerienses durante los últimos meses.
Esta mejora en la infraestructura viaria optimiza significativamente los itinerarios cotidianos. Los conductores que circulan en sentido levante-poniente ahora tienen la facilidad de continuar su trayecto de forma fluida, recuperando una de las arterias vertebradoras de la capital. Del mismo modo, aquellos que descienden por la avenida del Mediterráneo encuentran restablecido el acceso directo a la avenida de Montserrat, facilitando una ruta rápida hacia el corazón administrativo y comercial de la ciudad.
La integración ferroviaria toma forma
La actuación se enmarca en el ambicioso plan de integración del ferrocarril, que busca normalizar el tránsito mientras continúan los trabajos técnicos de la plataforma ferroviaria. La normalización de este tramo imprime una mejora sustancial en la convivencia entre la gran obra pública y la vida diaria, demostrando que los avances del soterramiento no solo se miden en túneles, sino también en la recuperación de la superficie para el uso público.
En paralelo a la reapertura vial, los trabajos de pavimentación continúan intensamente en la sección restante de la avenida del Mediterráneo. Esta área, que conecta con la carretera de Ronda y la avenida Sierra Alhamilla, se encuentra en pleno proceso de adecuación. Es el espacio donde hasta hace solo unos meses se alzaba el ya demolido puente, un elemento que durante décadas marcó una barrera física que hoy, gracias a las máquinas, ya es historia.
El horizonte de 2026 en el calendario oficial
El subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, confirmaba recientemente que el cronograma de los trabajos se desarrolla según lo previsto. El objetivo prioritario marcado por el Ejecutivo es que este eje estratégico recupere la normalidad circulatoria en su totalidad durante el primer trimestre de 2026. Con esta previsión, la capital podrá poner fin a los importantes desvíos que han marcado la movilidad desde el inicio de las demoliciones del desaparecido puente.
La desaparición de esta estructura elevada ha sido, precisamente, el elemento de mayor complejidad del proyecto. Su impacto sobre el tránsito vial en toda la ciudad obligó a una planificación milimétrica de las rutas alternativas. Hoy, con el asfalto nuevo y las marquesinas asomando al fondo, esa complejidad comienza a dar sus frutos en forma de una ciudad más diáfana, moderna y preparada para la llegada de la tecnología ferroviaria de última generación.
Precaución en el entorno de las obras
Desde el Ayuntamiento de Almería se ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que circulen con precaución por las zonas recién abiertas. Aunque el asfaltado principal ha finalizado en este tramo, el entorno sigue bajo la influencia de las obras generales del soterramiento. La presencia de maquinaria pesada y la señalización provisional en los márgenes de la estación requieren una atención especial por parte de conductores y peatones.
La visión de las marquesinas blancas desde la avenida es el recordatorio constante de lo que está por venir. Estas estructuras no solo son funcionales, sino que representan la modernización estética de una estación que unificará el servicio de tren y autobús bajo los más altos estándares de calidad. Almería deja atrás los muros y los puentes de hormigón para dar paso a un espacio abierto donde el blanco de las cubiertas simboliza el futuro ferroviario.
Transformación estética y funcional
En los próximos meses, los trabajos se centrarán en completar el cerramiento de estas cubiertas y en avanzar en el vaciado de tierras bajo la losa del soterramiento. La ingeniería actual permite que, mientras en la superficie vemos cómo se asientan las marquesinas y se reabre el tráfico, bajo nuestros pies se esté forjando el túnel que cambiará para siempre las comunicaciones de la provincia.
La imagen de los primeros vehículos circulando por la zona recuperada de la avenida del Mediterráneo es la mejor noticia para una ciudad que ha sabido tener paciencia. La transformación de la fisonomía de Almería es ya una realidad tangible que se consolida día a día, con el objetivo de que el AVE no sea solo una promesa, sino un tren que ya tiene donde guarecerse bajo sus nuevas cubiertas blancas.
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