Las joyas masculinas dan un respiro al sector almeriense en plena crisis
negocios Los hombres se apuntan a modas antes gobernadas por mujeres
Las ventas de los complementos para hombres ya superan el 35% en las tiendas de la capital
En tiempos de crisis, a las joyas se les da un uso que roza el no consentimiento de sus propietarios. Se venden. Y el dinero adquirido no se vuelve a invertir en el mismo material. Por eso proliferan las tiendas en las que se compra oro, y más recientemente, cuando el materal dorado se ha terminado, aparecen otras en las que se compra plata. No corren tiempos buenos para este negocio, por eso, en la innovación está el éxito. Y como en el terreno de las joyerías aún queda un público potencial al que cazar, el de los hombres, se hace todo para que estos se alisten a la moda. Y es que, en la actualidad, Almería ha visto como en torno a un 35% de los clientes habituales de joyerías son hombres. Se estima que hace diez años no llegaba al 20%, y se estacaba en el 12% hace más de dos décadas.
España es uno de esos países en los que la moda para hombres ha cogido más impulso, aunque este hecho se ha dejado notar más en las grandes ciudades, pero Almería tampoco se escapa a esta tendencia y cada vez son más los varones que acuden a las joyerías para hacerse con todo tipo de complementos. Ya no se piden sólo relojes, adjunto típico de los hombres durante generaciones. Ahora se compran anillos, y no sólo para casarse, pulseras de oro, plata y de cualquier otro tipo de material, como puede ser la de Cristiano Ronaldo, una de las más demandadas, hace las delicias de aquellos a los que las alhajas son una parte más de su estilo. Fernando Sánchez, propietario de la joyería Canaima, situada en El Paseo (cumple su 25 aniversario este año) confirma el auge de este sector en el terreno masculino a pesar de los tiempos que corren: "En nuestra tienda, algo más del 30% de los clientes son ya hombres. Conforme pasa el tiempo parece que se han dado cuenta de que el mundo de las joyas no sólo se limita a las mujeres. También es cierto que muchas marcas que antes sólo se limitaban a hacer productos para las señoras, ahora han cambiado radicalmente y se han volcado en el de los señores. Es un cliente que ya no sólo compra relojes. También es cierto que el hombre ya le ha perdido el miedo a entrar a las joyerías, y además de comprarse para ellos mismos, también buscan todo tipo de detalles para su mujer, hermanas o amigas".
Algo que también se está equilibrando es el dinero que gastan ambos sexos en productos de este tipo. Antes de la crisis, la media era algo superior, los complementos que adquiría un cliente habitual solían rondar los 300 euros, pero en la actualidad se ha reducido a la mitad, algo menos para los hombres, que llegan a los 100 euros. Los joyeros confían en que cuando la economía repunte, el aumento progresivo del sexo masculino como consumidor de este tipo de productos siga aumentando.
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