Ellas también matan

El lado oscuro de Almería

Se suele asociar la figura del asesino a la del hombre, pero en algunas ocasiones son las mujeres las que llevan a cabo muertes violentas. Aunque la estadística dice que son menos, en Almería se acumulan varios casos conocidos

Ellas también matan
José Ángel Pérez / / Periodista

18 de junio 2012 - 01:00

LA verdad de la condición humana y de la violencia reinante que a todos afecta rompe a veces la triste rutina ante una nueva muerte violenta con el hombre como protagonista y quien cobra ese triste papel es la mujer. Ellas también matan, menos, pero matan. Siempre ha sido así. Especialmente en los casos de infanticidios o mujeres que se alían con sus amantes para acabar con el marido. La española tiene una fértil tradición de envenenadora. Hay mujeres toxicómanas, trastornadas, rencorosas, vengativas pero nunca llegan a las cifras o estadísticas de hombres asesinos. En la provincia de Almería se han visto un destacado número de casos.

Uno de los primeros tuvo lugar durante el verano de 1953 y entre las versiones divulgadas como las claves del crimen, fue el irascible y violento carácter de la victima que tenía sometida a toda la familia bajo su voluntad. El caso, ante las dificultades que en un principio presentaba para su esclarecimiento fue investigado a fondo por el titular del juzgado de instrucción de Purchena en colaboración con la Guardia Civil.

La madre de la victima Rosa Reche y los hermanos del fallecido, Juan y Gregorio González fueron juzgados y condenados por la Audiencia Provincial de Almería acusados de un delito de parricidio y asesinato. La sentencia del caso, sumario 64/53 fue hecha pública el 29 de marzo de 1955.

En 1982 se produce uno de los parricidios más escalofriantes cometidos en la provincia. Fue el 24 de noviembre. Un joven de 27 años victima de un ataque de enajenación mental acabó con la vida de su madre clavándole un cuchillo en un ojo.

El desgraciado suceso se produjo el propio domicilio familiar, en le número 10 de la calle Javier Sanz. En una de las muchas crisis nerviosas que el agresor padecía, el hijo se enzarzó con su madre en una violenta disputa por un motivo trivial que culminó cuando el muchacho y en un grave estado de excitación cogió un cuchillo de la mesa de la cocina con el que atacó a la infortunada mujer clavándole el arma en la región orbital.

Un doble drama familiar se vivió en Tijola el 10 de agosto de 1990. Una vecina de 38 años, se quitó la vida ahorcándose en el interior de su propia casa, después de que en un acto de locura estrangulara a su hija de un año con una malla elástica mientras el bebe dormía en la cuna La infortunada mujer, desde hacía cierto tiempo padecía frecuentes depresiones, por lo que afectada pasajeramente por una de las crisis tomó esta fatal decisión. El 25 de enero de 1995 la Policía detuvo a a Isabel F. de 39 años de edad vecina de Las 500 Viviendas, acusada de matar a su hijo recién nacido. Según la versión dada a conocer, la mujer después de dar a luz en un cortijo de la barriada de Loma de Acosta donde trabajaba como asistenta colocó sobre el cuerpo del bebé una piedra que le ocasionó la muerte por asfixia.

La investigación determinó que la mujer dio a luz el viernes 20 de enero sobre las once de la mañana en dicho cortijo sin recibir asistencia de ningún tipo. Alarmada por las fuerte hemorragias y el empeoramiento de su estado se presento en Urgencias de Torrecardenas

Para enmascarar el alumbramiento manifestó a los médicos sufrir una fuerte hemorragia. Examinada por los ginecólogos, no dudaron en avisar a la Policía, al comprobar con plenas evidencias que la mujer había parido unas horas antes.

El cuerpo sin vida de Montse Fajardo Cortés, de siete años de edad , fue descubierto la noche del 17 de marzo de 2002 en el barrio de Piedras Redondas en el interior de una caja de cartón y con evidentes signos de violencia. La niña se dirigió el mismo día por la tarde a celebrar un cumpleaños con unas amigas pero no regresó a casa a la hora prevista y, ante la tardanza, sus padres y familiares comenzaron a recorrer el barrio en su búsqueda.

El cadáver de la pequeña se halló en torno a la una y media de la madrugada en la calle Sierra de Fondón. Estaba desnuda de cintura para abajo y con varias heridas de carácter inciso provocadas por un arma blanca. Menos de veinticuatro horas mas tarde las acusaciones se fijaron en el matrimonio formado por Juana Santiago y Antonio Santiago Torres, tíos de Montserrat Fajardo como presuntos culpable de la muerte de la pequeña.

Antonio Santiago, apareció ahorcado la mañana del 19 de marzo en un árbol del paraje Canteras de Lucas, muy cerca de su domicilio, situado en la calle Sierra de Fondón, donde apareció el cadáver de la pequeña Montserrat. Su esposa, Juana Santiago fue detenida.

Un alemán, Kurt Paul Seiffert de 82 años murió la tarde del 20 de septiembre de 2004 tras permanecer tres días hospitalizado en Torrecárdenas al ser apuñalado con un cuchillo de cocina por su propia esposa la noche del viernes 17 en su vivienda en la calle Vista Alegre número 12 de la barriada roquetera de Aguadulce durante una violenta discusión entre la pareja.

Los hechos se conocieron cuando un ciudadano alemán que al parecer cuidaba del anciano que sufría graves problemas de visión regresó a la vivienda después de sacar a pasear al perro del matrimonio.

Según los facultativos que lo asistieron, el anciano falleció como consecuencia de un fallo multiorgánico ya que la victima padecía diversas dolencias, entre ellas una cardiopatía, hipertensión y diabetes.

La Guardia Civil detuvo el 9 de diciembre de 2005 en Vélez Rubio a Encarnación T.de cuarenta y siete años de edad, como presunta autora de la muerte violenta de su marido Antonio López de cincuenta años de edad, al que en el transcurso de una violenta discusión lo mató de un disparo de escopeta. Posteriormente tras desnudar su cadáver y envolverlo en una bolsa de plástico, utilizando una pequeña maquina retroexcavadora lo enterró en una zanja de unos tres metros de profundidad habilitada para enterrar los animales muertos del cebadero de cerdos de su propiedad.

El hecho ocurrió en el cortijo Los Guiraos de la barriada velezana de Los Gatos ubicada a unos cuatro kilómetros del núcleo urbano. Fue la propia esposa, quien avisó telefónicamente al 112 informando de que se encontraba muy mal y que había matado y enterrado a su marido en una zanja a unos cien metros de la granja.

La mujer afectada por una fuerte crisis nerviosa al ir tomando conciencia de la gravedad de lo ocurrido, ante la Guardia Civil y la Policía Local se autolesionó cuando en unión de las autoridades buscaban el cuerpo sepultado aprovechando un descuido y dispararse con una escopeta de caza oculta en el tronco de un árbol

En la capital, una mujer, Ana M., de 35 años de edad, asesinó con un cuchillo de cocina, en la madrugada del 27 de agosto de 2008 a su esposo, Martín R. Fue la mujer quien comunicó por teléfono al 112 que tras una fuerte discusión con su esposo, lo había matado.

La víctima murió en el propio domicilio familiar, donde fue encontrado en un gran charco de sangre. El crimen sucedió a las 3.40 horas en el número 25 de la calle Lopan, donde vivían ambos de alquiler desde hacía dos años. Según precisaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno, ninguno de los cónyuges había presentado denuncias por malos tratos ni había solicitado orden de alejamiento.

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