La meditación para conocerse a uno mismo

La Unidad de Atención Psicológica de la Universidad de Almería puso en marcha en octubre un grupo con sesiones semanales gratis

Serafín Gómez, profesor de Psicología en la UAL y responsable del grupo.
Serafín Gómez, profesor de Psicología en la UAL y responsable del grupo.
María Á. Cueto

02 de noviembre 2015 - 01:00

No es algo nuevo que la sociedad de hoy está formada por individuos muy ocupados. Todos los días se ve un constante ir y venir de gente muy atareada, con el trabajo, con sus vidas, con sus asuntos. Con tan ajetreado día a día, es realmente poco el tiempo que le queda a uno mismo para conocerse. La meditación es una manera de despojarse de todos esos detalles superficiales y desarrollar la propia consciencia, es decir, saber realmente qué es lo que uno siente, qué es lo que necesita. Ver las cosas tal y como son. Se trata de la única actividad humana intencional y sistemática que, en el fondo, consiste en no intentar mejorarse a uno mismo ni llegar a ningún otro lugar, sino simplemente en darse cuenta de dónde se está.

Serafín Gómez Martín es doctor en Psicología y profesor titular de la Universidad de Almería en el Departamento de Psicología. Allí dirije el grupo de meditación regular, que ofrece una sesión a la semana de manera gratuita y abierta a todo aquel que quiera participar, desde el mes de octubre y durante el resto del curso. "La meditación es una forma de desarrollar la consciencia, y la consciencia es como una linterna que da luz a cualquier parte de nuestra vida", explica Gómez. Es decir, la mayoría de las veces las personas están tan ocupadas que no reparan en cómo viven. La meditación les acerca a ser conscientes de lo que les ocurre, "aporta un efecto genérico en sus vidas", explica Gómez.

El objetivo del grupo de meditación de la Unidad de Atención Psicológica, que depende del Vicerrectorado de Estudiantes y Empleo de la Universidad, es facilitar el acceso a las personas interesadas, de los fundamentos necesarios e imprescindibles para la práctica de la meditación. Para ello, utilizan la meditación Vipassana como técnica de referencia. Vipassana significa ver las cosas tal y como son en realidad y es una técnica de meditación basada en la auto-observación.

"A pesar de vivir en la sociedad de la información, estamos muy desconectados de nosotros mismos. No tenemos ese espacio interior que te aporta la meditación", explica Gómez. Sin embargo, no hay que confundir: la meditación no es simplemente reflexionar, es notar lo que nos pasa, sentirlo. "Si somos conscientes, si notamos lo que nos pasa, podemos actuar más sabiamente", explica Gómez. Este es otro de los beneficios que aportan este tipo de técnicas. Cuando uno no es consciente de sí mismo, reacciona ante el entorno; mientras que la meditación permite actuar en lugar de reaccionar.

Sin embargo, para obtener beneficios a partir de la meditación, ésta tiene que ser constante. "Todos tenemos la capacidad de meditar, pero adentrarse en la práctica de la meditación requiere constancia y paciencia, entre otras cosas", cuenta el profesor. "Se trata de domar, con cariño, el cuerpo y la mente", añade. Pero una vez que se consigue, los beneficios son muchos. "Aprendes a regular las emociones, a no dejarte llevar tan fácilmente, a ser más consciente del presente, de todo aquello que te rodea y de ti mismo", explica Gómez. Esto no quiere decir que la meditación haga a la persona insensible, todo lo contrario. Le pone más en contacto con la realidad, pero le ayuda a ser más independiente del entorno. "La meditación te da libertad para actuar", explica Gómez.

Está más que demostrado a nivel científico que la práctica de las técnicas de meditación reporta muchos efectos beneficiosos en la salud, tanto a nivel físico como psicológico. Los resultados de incontables estudios demuestran que existen efectos positivos derivados de la práctica de la meditación, tanto en lo referente a enfermedades como a tratamientos de problemas psicológicos. Aunque hay que destacar que la meditación no es un sustitutivo de tratamientos o terapias, pero puede reforzarlos y potenciarlos.

También hay que aclarar que el objetivo de estas técnicas no es buscar la paz ni perseguir la felicidad. "Estamos muy acostumbrados a buscar el placer y evitar el dolor, y eso provoca trastornos en nosotros. La meditación te enseña a no evitar nada de lo que te ocurre, a ser consciente de uno mismo y conocer tus propias necesidades. El dolor está presente en la vida, y es algo perecedero, al igual que el placer. La meditación te enseña a no anestesiarte, a no mitigar el dolor de lo que nos ocurre, sino a sentir lo que te pasa y conocer la naturaleza de la vida", aclara el profesor. "Como ocurre con todo, no todo lo placentero es bueno ni todo lo doloroso es malo. Hay cosas dolorosas en la vida que merecen la pena, al igual que hay cosas placenteras que no", concluye.

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